Esta semana comparto con ustedes un extracto de un buen libro denominado “Más que Vencedores en la Batalla Espiritual” de Stephen B. Harney. El capitulo V habla sobre el diablo y el titulo es “Como un perro bravo, amarado” en el nos dice que “Nuestros armamentos contra el único enemigo y sus agentes están listados por San Pablo en su carta a los Efesios (6, 10-20). Que no nos engañemos, el diablo y sus demonios forman una fuerza formidable, “como un león rugiente, que anda buscando a quien devorar”.
El diablo es peligroso solamente cuando nos acercamos a él. Cristo ha dejado al diablo como un perro bravo, amarrado con cadenas fuertes que no se pueden romper. Cuando me acerco a esta bestia es que estoy en peligro. Si yo le ignoro y me mantengo a una distancia segura, él furioso puede ladrar solamente, no puede tragarme vivo, morderme o seducirme con su astucia y sutileza,
Cristo nos ha dado la promesa que este enemigo no acabará con la Iglesia (Mt 26,18), pero la batalla espiritual es constante en la vida de los santos”.
La batalla la tendremos más que ganada si utilizamos la armadura que Dios nos proporciona.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios