Había una vez, hace cientos de años,
en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras
calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches
sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra
con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Manuel, el
ciego del pueblo. Entonces, le dice:
-¿Qué haces Manuel, tú ciego, con una
lámpara en la mano?
Si tú no ves...
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi
camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que
otros encuentren su camino cuando me vean a mi...
No solo es importante la luz que me
sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de
ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el
camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo
necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es
tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino
de los demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el
desamor, el odio, el resentimiento...
¡Qué hermoso sería si todos
ilumináramos los caminos de los demás!
Sin fijarnos si lo necesitan o no...
Llevar luz y no oscuridad...
Si toda la gente encendiera una luz el
mundo entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad...
Todos pasamos por situaciones
difíciles a veces... todos sentimos el peso del dolor en determinados momentos
de nuestras vidas... todos sufrimos en algunos momentos... lloramos en otros...
Pero no debemos proyectar nuestro
dolor cuando alguien desesperado busca ayuda en nosotros...
No debemos exclamar como es costumbre:
-La vida es así... llenos de rencor, llenos de odio...
No debemos...Al contrario: ayudemos a
los demás sembrando esperanza en ese corazón herido...
Nuestro dolor es y fue importante pero
se minimiza si ayudamos a otros a soportarlo, si ayudamos a otro a
sobrellevarlo... luz... demos luz... Tenemos en el alma el motor que enciende
cualquier lámpara, la energía que permite iluminar en vez de oscurecer...
Está en nosotros saber usarla...Está
en nosotros ser Luz y no permitir que los demás vivan en las tinieblas...
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