Todos
los matrimonios felices y estables tienen dificultades en alguna ocasión como
consecuencia de los temas conflictivos habituales.
Estos
temas suelen hacer referencia a las tareas más importantes del matrimonio. Como
son:
-Los
hijos.
-El
trabajo.
-El
dinero.
-La
familia política.
-Las
relaciones sexuales.
-El
trabajo de la casa.
Mucha
gente acepta que para que una relación funcione bien hace falta poner esfuerzo.
Pero esto, ¿qué significa?
Existen
una serie de tareas emocionales que las parejas deben realizar juntos para que
la relación mejore, crezca y se haga más profunda. Para sentirse seguro en una
relación es preciso sentirse comprendido. El objetivo es ser capaz de
comprender el modo de ser y de funcionar del otro.
Con
cuánta frecuencia escuchamos: “¡Es que no lo puedo entender!”. Habitualmente
quien no entiende, piensa que es porque el otro funciona de modo absurdo o poco
lógico.
No
se suele plantear que es quizá él quien es incapaz de flexibilizar su modo de
ver al otro, de dedicar tiempo a pensar. ¿Pero a pensar en qué?
-Por
qué le están evitando o no se abre para intentar ser entendido.
-En
lo que le está rodeando, que le lleva a actuar así.
-En
su estado de ánimo, qué le puede estar limitando la respuesta acertada a esas
circunstancias o a esas exigencias.
-En
la actitud cerrada y hostil que nosotros le presentamos y que impide sentirse
lo suficientemente seguro o tranquilo como para explicar lo que siente.
-Pensar
que es posible que no hayamos encontrado el momento más oportuno para preguntar
qué está pasando.
-No
nos gusta cómo lleva ese asunto determinado y no estamos dispuestos a aceptar
que hace lo que puede. Nuestro nivel de exigencia asfixia.
-No
le queremos lo suficiente como para buscar siempre una disculpa ante los
errores o las carencias, ¡como solemos hacer con los hijos!
-Comprender
significa ser capaz de pensar en todas aquellas circunstancias internas o
externas que forman parte de nuestras vidas. En ser capaces de situarse dentro
del estado del alma del otro con sumo respeto para poder ver la realidad desde
su óptica, con su modo de ser, no con el nuestro, con su estado de ánimo, no
con el nuestro. En definitiva, ver con sus ojos.
Cuando
se presentan problemas en alguno de estos temas suele ser porque:
1.
Tienen ideas distintas acerca del tema.
2.
Le dan diferente importancia.
3.
Lo realizarían de distinto modo.
Si
el problema es irresoluble, sólo se puede aspirar a vivir cómodamente aceptando
las diferencias. Si es soluble, habrá que encontrar el modo y la estrategia
para resolverlo. Si esto no es así, el matrimonio se convierte en una tormenta
más entre las muchas que presenta la vida, pero no será un puerto seguro.
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