Quiero compartir con todos los
lectores un texto que le envié a mi profesora Rebeca Cabrera Piñango en los
estudios que estoy realizando sobre la Biblia (Especialización). El texto trata
sobre el papel de las mujeres en la Iglesia.
Saludos profesora, discúlpeme si me
extendí una página pero creo que es necesario, sin embargo es mucho lo que se
puede hablar del papel de las mujeres. Hay un libro sumamente interesante que
no pude tocar aquí ya que el espacio es corto, se llama “Mujeres Ordenadas en
la Iglesia Primitiva” por Kevin Madigan, es un libro que quizás muchos de
nuestra Iglesia Católica no quieran
leer.
EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA EN EL
PAPEL DE LAS MUJERES
Pablo
VI, adelantándose al debate actual, encargó a la Sagrada Congregación para la
Doctrina de la Fe (en adelante SGDF) un estudio al respecto. He aquí algunas de
sus palabras: "Como en nuestros tiempos participan las mujeres cada vez
más activamente en toda la vida social, es de gran importancia su mayor
participación también en los campos del apostolado de la Iglesia"
(CONCILIO VATICANO II, Decreto Apostolica actuositatem, 9). Esta consigna del
Concilio Vaticano II ha dado origen a una evolución que está en marcha . Son ya
muy numerosas las comunidades cristianas que se están beneficiando del
compromiso apostólico de las mujeres. Algunas de estas mujeres son llamadas a
participar en los organismos de reflexión pastoral, tanto a nivel diocesano
como parroquial; la misma Sede Apostólica ha dado entrada a mujeres en algunos
de sus organismos de trabajo" (SCDF, Declaración sobre la admisión de la
mujer a los ministerios, 15-10-1976, Introducción).
La
participación más activa de las mujeres en la vida eclesial no es un eufemismo,
ni una concesión caritativa para con ellas: es una necesidad vital. Por lo
pronto, hay sectores sociales que sólo podrán ser recristianizados (recuperados
para Cristo) con la intervención de la mujer. Incluso, el mismo quehacer
teológico necesita la aportación del punto de vista femenino: cada vez son más
las mujeres que, con la debida preparación, están trabajando muy eficazmente en
la reflexión teológica.
Por
su parte El Papa Francisco reiteró en una reciente entrevista concedida al
director de la revista jesuita La Civiltá Cattolica, el Padre Antonio Spadaro,
que "la mujer es imprescindible para la Iglesia".
También dijo que era "preciso, por tanto,
profundizar más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más
hasta elaborar una teología profunda de la mujer. Solo tras haberlo hecho
podremos reflexionar mejor sobre su función dentro de la Iglesia".
IGUALDAD EN LA IGLESIA
Uno
de los pasajes que enseña más claramente el valor igual de la mujer y el hombre
ante Dios es Gálatas 3,28 “Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús". Esta declaración fue revolucionaria en los
tiempos de Pablo porque los judíos se especializaban en hacer muchas
diferencias las cuales conducían a que unos a otros se miraran como superiores
e inferiores. Judío-griego, Varón-hembra, esclavo-amo. Estas distinciones no
son válidas en el Reino de Dios en cuanto concierne al valor personal. Esta
declaración no implica que las personas dejaban de ser lo que eran. El judío
continuaba siendo judío, lo mismo el griego. Las mujeres seguían siendo
mujeres, lo mismo los hombres. Los esclavos continuaban en su situación. Lo que
Pablo está afirmando es que estas diferencias no deben ser causa de separación,
porque todos son igualmente preciosos ante Jesús. Todos fueron comprados con la
Sangre del Cordero, todos fueron bautizados por el Espíritu al Cuerpo de
Cristo, todos disfrutan de la edificación que Dios da, todos esperan el
glorioso día de completa redención.
JESUS Y LAS MUJERES
Durante
su ministerio itinerante, Jesús se hace acompañar no sólo por los Doce, sino
también por un grupo de mujeres: "María la Magdalena, de la que habían
salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y
otras muchas que le ayudaron con sus bienes" (Lc 8, 2-3). Al contrario de
la mentalidad judía, que no concedía gran valor al testimonio de las mujeres,
como lo demuestra el derecho judío, son éstas las primeras en tener el
privilegio de ver a Cristo resucitado y son ellas las encargadas por Jesús de
llevar el primer mensaje pascual, incluso a los Once, para prepararlos a ser
"testigos oficiales de la resurrección”.
EN LA PARROQUIA
Hoy
en día en nuestras comunidades se piensan que el papel de las mujeres consiste
solamente en ayudar, bien sea al sacerdote, a la Iglesia o a la comunidad. A
los ministerios son pocas las que
acceden a ella, incluso me atrevería a decir que no hemos superado todavía el “machismo”
en querer ver solamente a los hombres en los ministerios. Existen algunos en
las que ellas pueden acceder también y se hace necesario. El papel de la mujer
como la del hombre es la de llevar la Buena Nueva a toda criatura, todos
estamos llamados a esparcir la fragancia del Evangelio.
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