Tras el escándalo de abusos sexuales y doble vida de su fundador, Marcial Maciel, ahora le toca el turno a los "dineros" de la Legión de Cristo. Paso a paso, el delegado Pontificio, Velasio de Paolis, ha abierto un nuevo frente para la profunda renovación en el seno de la congregación fundada por el pederasta mexicano. Y es que las ramificaciones financieras del "imperio" creado por Maciel han tocado las altas esferas vaticanas, y amenazan con emponzoñar el proceso de "reconversión" de la orden intervenida por la Santa Sede.
Así, según informa en un comunicado la propia Legión, el cardenal De Paolis "ha constituido una comisión para el estudio y la revisión de la situación económica de la congregación", que se suma a las ya formadas para escuchar y resarcir a las víctimas de Maciel y a la que, desde hace un par de meses, redacta las nuevas Constituciones Legionarias.
El objetivo de ambas es bien distinto: el de las Constituciones busca cambiar los modos de actuación -en especial, el secretismo-, y concluirá, probablemente, con un nuevo nombre para la congregación, como adelantó RD, que podría ser "Congregación para el Reino de Cristo". Por su parte, el encuentro con las víctimas busca acabar con los procesos judiciales, de un lado, y del otro, dar una imagen de cambio y acogida frente al oscurantismo anterior.
La Comisión Económica, en cambio, tratará de poner negro sobre blanco las acusaciones de desfalco, compra de voluntades e inversiones oscuras. El todavía "número dos" de la Legión y responsable de las finanzas de la congregación, Luis Garza, se había negado una y otra vez a que se revisaran las cuentas. Garza no aparece entre los miembros de la Comisión.
La misma estará compuesta por pesos pesados de la economía de la Sede Apostólica: Domenico Calcagno, secretario de la Administración de la Sede Apostólica, que la presidirá; Mario Marchesi, uno de los cuatro consejeros del Delegado Pontificio; Rosino Antonio Morelli, colaborador de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede; y los legionarios Eduardo Vigneaux, L.C., administrador general de la Legión de Cristo, y P. Alberto Simán, L.C., que colabora en la secretaría general de la Legión de Cristo.
La comisión se dedicará a estudiar lo respectivo al campo administrativo en la Congregación, con el fin de esclarecer definitivamente las cuestiones e inquietudes que algunos han presentado, y de revisar cuáles mejoras pueden hacer falta en este campo.
El pasado 4 de enero, el Delegado Pontificio, junto con sus consejeros y Mons. Calcagno, ya han recibido una presentación detallada de la información financiera de las obras y los territorios de la congregación, la situación patrimonial y administrativa, el uso de los fondos disponibles según las finalidades de la congregación al servicio de la Iglesia y de los hombres, la organización corporativa y societaria, las deudas contraídas principalmente por algunos centros educativos para financiar su establecimiento y desarrollo y la estructura de gestión operativa y de servicios que se ha ido implementando durante los últimos años bajo el nombre de Integer.
La comisión, según la nota oficial, "tiene una función consultiva e informará al Delegado Pontificio y al director general con sus respectivos consejos. Corresponderá a la comisión establecer su propio programa de trabajo y un calendario para cumplir con su cometido".
Álvaro Corcuera, que fue el encargado de notificar a los legionarios la decisión de De Paolis (en este tiempo, su papel se está remitiendo a las comunicaciones, y no a la gestión ejecutiva), subrayó en una carta su esperanza en que también en el campo administrativo "se logren atender con profesionalidad y espíritu evangélico los retos que en la actualidad tiene la Legión de Cristo y el Regnum Christi".
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