Quizás algunos de los que leen el titulo no estarán de acuerdo con el mismo, ya que dirán que el ser humano tiene libre albedrío. Realmente eso es cierto, pero “todo sucede para el bien de los que aman a Dios” (Ro 8,28).
Sin embargo hoy quiero decirte que Dios aun cuando respeta nuestras decisiones, siempre está tocando la puerta poder entrar. Sus designios muchas veces no los entendemos y no comprendemos porque en nuestra vida tenemos tantas cargas y problemas. Nos conseguimos con personas que conocemos y que al parecer no han experimentado en su vida el amor de Dios. Todo esto tiene un gran propósito. Dios que ha actuado primeramente a través de sus seguidores, ahora lo hace con personas de aparente dureza de corazón y pensamiento. Todo esto sucede por un simple motivo “Dios quiso que se pusiera duro y cerrado, para que así cayera en nuestras manos” (Dt 2,30).
Dios quiere en sus designios que estas personas caigan en nuestras manos y es a través de nosotros donde Él experimentará primeramente su amor para luego darlo a conocer a esas personas. Ese endurecimiento de corazón de muchas personas es una posibilidad para que Dios actué en ellos a través de sus fieles seguidores.
Debemos recordar que somos las manos, pies y boca de Jesús, debemos proclamar a los cuatro vientos que Dios es un Dios de amor y misericordia.
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