El libro del Deuteronomio es bien claro al decirnos el premio que Dios da a sus fieles para aquellos que han “guardado los mandamientos y lo han puesto en práctica” (Dt 7,11).
Dios promete tres señales en nuestras vidas para aquellas personas que hacen su santa voluntad:
1. “Te amará” (Dt 7,13): No hay amor humano que pueda remplazar el amor de Dios, nuestro Padre nos ama infinitamente y siempre está pendiente de cada ser humano.
2. “Te bendecirá” (Dt 7,13): No hay nada mejor que ser bendecido por Dios, podemos gozar de sus favores y de su gloria. La bendición alcanza su punto culminante en Cristo, quien da el Espíritu Santo, herencia ultima (Hch 3,25; Ga 3,14).
3. “Te multiplicara” (Dt 7,13): Todo lo que emprendamos con ben propósito será multiplicado. “Te concederá numerosos hijos y cosechas abundantes” (Dt 7,13).
En resumen Dios premia a sus fieles y estos “serán más favorecidos que todos los pueblos” (Dt 7,14).
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