La
resurrección de Cristo es el acontecimiento más grande y sublime que el hombre
pueda contar. Jesús resucita nuevamente a la vida para decirnos que él ha
vencido la muerte, y los que en él esperan también resucitaran.
En
Mc 16,9 se nos dice que “Jesús resucitó
en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María
Magdalena, de la que había echado siete demonios”. La palabra “resucitó”
que aparece en Mc se encuentra 36 veces en NT de la siguiente manera:
Mateo
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2 resultados
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9,9; 26,62
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Marcos
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6
resultados
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1,35; 2,14;
7,24; 10,1; 14,60; 16,9
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Lucas
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11
resultados
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4,38; 5,25;
5,28; 6,8; 11,7;
11,8; 15,18;15,20;17,19; 22,45;
24,12
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Hechos
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17
resultados
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1,15; 5,17;
5,34; 8,27; 9,11;
9,18; 9,39;10,13; 10,20;
10,23;11,7; 11,28; 13,16;14,20; 15,7;
22,10; 22,16;
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“Resucitó”
en griego viene del griego “anastas” del verbo “anístemi” que significa “levantarse,
pararse, incorporarse”. A lo largo de la Biblia esta palabra es usada no
solamente para indicar que Jesús resucitó (levantó) de la muerte, sino también
tiene otros sentidos bien provechosos para entender la palabra en su verdadero contexto.
En
Mt 9,9 dice: “Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo,
sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió”.
En
Mc 1,9 “De madrugada, cuando todavía
estaba muy oscuro, se levantó, salió
y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración”.
Lc 5,24-25 “Pues para que sepáis que
el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados, - dijo al
paralítico -: "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa". Y al instante, levantándose
delante de ellos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa, glorificando
a Dios”.
Lc 15,18 “Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y
ante ti”.
Hch 5,17-18 “Entonces se levantó el Sumo Sacerdote, y todos los
suyos, los de la secta de los saduceos, y llenos de envidia, echaron mano a los
apóstoles y les metieron en la cárcel pública”.
Hch 22,10 “Yo dije: "¿Qué he
de hacer, Señor?" Y el Señor me respondió: "Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está
establecido que hagas”.
Como
se ha notado, la misma palabra empleada para “resucitar” tiene varios sentidos,
concluyo de los pasajes anteriores que para “resucitar” con Cristo a la otra vida
es necesario entonces resucitar “levantarse” en la vida terrenal.
No
puedo ir al cielo si todas mis acciones están movidas por el materialismo, el
consumismo y todo lo que el mundo me ofrece para mi perdición. El cristiano en
la estadía en la tierra puede resucitar para bien o para mal.
Resucito
para bien cuando:
- Sigo el llamado de Jesús a seguirlo.
- Me levanto a orar a pesar de mi sueño y mi fatiga por el día.
- Estoy seguro que Jesús sanará mis heridas por eso le glorifico a cada momento.
- Me arrepiento de todos mis pecados y sigo buscando el camino del bien.
- Leo la Palabra de Dios y busco en ella el plan que Dios tiene para mí.
Así
como el cristiano prefigura la resurrección de Cristo aquí en la tierra resucitando
a lo que es bueno y puro, también puede levantarse para buscar y hacer lo que
es malo y desagradable a los ojos de Dios, en Hch 5,17-18 se dice que el Sumo
Sacerdote y todos los suyos se levantaron llenos de envidia para echarle mano a los apóstoles.
La envidia, el orgullo, las ansias de tener, el odio, el sexo desenfrenado, son
obstáculos que nos impiden “resucitar”
en esta vida y mantenernos apegados a las muchas tentaciones que el maligno nos
pone en nuestro camino (Lc 4,1-13).
Resucitemos
todo lo que Dios nos ha dado para nuestro bien y el de los demás, amemos al prójimo
sin mirar sus hechos, hagamos lo que agrada al Señor, el mundo está lleno de
violencia y muerte porque algunos hombres se han “levantado” para asumir la agresión
y el no reconocimiento del otro como su bandera, necesitamos más hombres que se
“levanten” para asumir la bandera del amor y la libertad.
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