El
texto de Mc 4,35-41 tiene sus paralelos en Mt 8,18 y en Lc 8,22. Luego de la
explicación de varias parábolas, Jesús les dice a sus discípulos que pasen a la
otra orilla del lago, los discípulos despidieron a la gente y lo llevaron ellos
en la barca (πλοίῳ gr. ploío), y con el iban otras barcas (Mc 4,36).
En
ese momento se levanto una “gran” (μεγάλη gr. megále) “tempestad” (λαῖλαψ gr.
lailaps) en la cual las olas anegaban la barca. Jesús estaba en la “popa”
(πρύμνῃ gr. prúmne. Denota la parte de más atrás del barco) durmiendo, los
discípulos lo despiertan y le dicen «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Jesús
se despertó y “reprendió” (ἐπετίμησε gr,. epetímese. Denota también mandar,
increpar, imponer sobre) al viento y le dijo “calla” (σιώπα gr. siópa. Denota
una quietud involuntaria) y “enmudece” (“pefímoso”. La palabra se traduce
literalmente por poner un bozal). El viento se calmo y vino una “gran” (megále)
“bonanza” (γαλήνη gr. galéne. Denota tranquilidad, de una raíz gal, de
la que también se deriva gelao, “sonreír”; de ahí la calma del mar,
siendo el océano sonriente una metáfora favorita entre los poetas).
Jesús
les dice a sus discípulos porque son tan “cobardes” (δειλοί gr. deiloí. Denota
amedrentar, temer), luego les dice “¿Cómo no tenéis fe? (πῶς οὐκ ἔχετε
πίστιν gr. pos ouk échete pístin). La palabra pístin denota primariamente,
firme persuasión, convicción basada en lo oído, relacionado con peitho,
persuadir. Se usa en el NT siempre de fe en Dios o en Cristo, o en cosas
espirituales.
Los
discípulos luego de oír las palabras de Jesús reprochándoles su fe dijeron:
“¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?”. El evangelista
utiliza la palabra “obedecer” que se traduce por “ὑπακούουσιν” hupakoúousin que significa también
oír bajo (como subordinado), escuchar con atención; por
implicación prestar atención o conformarse a comando o autoridad.
Actualización
Son
varias las lecciones que podemos sacar de este pasaje, en el se manifiesta el
poder tan grande que tiene el Hijo de Dios:
1. Son
muchas las tempestades que tendremos en nuestras vidas, el curso de ellas
siempre seguirá su rumbo hasta que en el nombre de Jesús las mandemos a callar.
2. Jesús
siempre va detrás de cada uno de nosotros viendo nuestras acciones para ver de qué
manera actuamos.
3. Muchas
veces pareciera que Jesús no nos escucha, que nuestros problemas no les
importa, sin embargo aunque parezca dormido él quiere que nos interesemos por
el Reino. En Ef 5,14 la palabra “dormir” denota una indiferencia carnal a las cosas espirituales de
parte de los creyentes. Muchas veces los milagros no suceden por esa
indiferencia ya que estamos apegados a los deseos y placeres del mundo.
4. Luego de grandes tempestades en nuestras vidas
siempre vendrá la calma, con Jesús todo es bonanza, sonrisa. Cada tempestad
significa para el creyente una prueba para subir un escalón más en el camino al
Reino.
5. Los problemas tenemos que afrontarlos, no podemos
ser cobardes, Dios nos ha dado espíritu de poder para salir de toda tempestad.
6. Nuestra fe debe estar basada en el oír , si no
estudiamos en profundidad la Palabra de Dios no podemos descubrir sus grandes
tesoros.
7. Si el viento y el mar escucharon a Jesús como es
que el ser humano no le escucha, él ha sido creado para tener una relación de
amor con Dios.
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