Son
muchos los dramas que aquejan al mundo, sin embargo a primera vista parece que
el mal triunfa sobre el bien. Muchos levantan sus manos y ojos al creador y le
preguntan:
¿Hasta
cuándo habrá naciones ricas que explotan a las más pobres? ¿Hasta cuándo la
sangre derramada en este mundo de inocentes? ¿Por qué el malvado siempre le va
bien? ¿Cuándo habrá paz y justicia?
La
respuesta a estas y otras interrogantes la conseguimos en la Biblia. Son
numerosas las paginas que nos habla de estos temas, sin embargo la respuesta
es: “Hasta que el hombre quiera”. Dios sigue cumpliendo su pacto, sigue
enviando la lluvia sobre los campos, el sol y la luna nos siguen iluminando, el
planeta sigue girando en forma adecuada, su amor siempre permanece por siempre
etc, etc, etc
Es
el hombre el que lo ha irrespetado con sus malas acciones: Dios sigue esperando
por nosotros para hacer un mundo mejor.
El
pueblo de Israel es un ejemplo verídico de lo que a todos nos puede pasar si
obedecemos o no a Dios. Cada vez que el pueblo obedecía a Dios le iba bien, en
2 R 18,1-36 vemos como Ezequías hizo lo que el señor aprobada y dice el texto que “El Señor estuvo con él,
y así tuvo éxito en todas sus empresas” (2 R 18,7). Cuando el pueblo no le
obedecía a Dios le iba mal y muchas o moría su rey o ellos eran derrotados en
luchas con otros pueblos.
El
hombre debe seguir el camino que Dios le ha indicado, así todo lo que emprenda
le irá bien, aunque muchas veces parezca que no todo está sucediendo para
aquellos que aman a Dios.
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