La Lectio Divina nos llevará a un camino que antes desconocíamos, puedo afirmar que es la escalera que nos lleva al cielo. Por ello es necesario que aprendamos este sencillo itinerario que la Iglesia nos ha aconsejado por siempre.
PASOS PARA UNA LECTIO DIVINA
1. Lectura: ¿Qué dice el texto?
* Leer y releer atentamente, hasta que se haya entendido bien todo su contenido.
* Caer en la cuenta de: las indicaciones de tiempo y lugar; los personajes y sus acciones; la palabra o palabras clave; las repeticiones; los campos semánticos (sinónimos y antónimos); a qué otros textos de la Escritura hace referencia (textos paralelos); posible estructura de la perícopa, justificando las diversas partes de la misma; el contexto literario inmediato y su relación con el mismo; palabras o frases "bisagra" -es decir, que sirven para conectar o ligar un texto con otro-; situación del texto en el conjunto del libro.
Quizá pueda ayudarte a prestar más atención a todos estos elementos copiar el texto o subrayarlo.
[También es muy iluminador comparar diversas traducciones, a ser posible, en lenguas diversas, así como confrontar el texto con el original griego, hebreo y arameo].
* Buscar, con la ayuda de algún comentario, el contexto socio-cultural, económico, político y religioso de la época.
2. Meditación: ¿Qué me dice el texto a mí/a nosotros?
* Cae en la cuenta de las diferencias y semejanzas existentes entre la situación del texto y la nuestra.
- ¿Qué conflictos del pasado existen todavía hoy?
- ¿Cuáles son diferentes?
- ¿Qué mensaje nos transmite el texto para nuestra situación actual?
- ¿Qué cambio de comportamiento reclama de mí?
- ¿Qué quiere hacer crecer en mí, en nosotros?
- ¿En qué sentido esta Palabra es buena noticia para mí?
* Intenta resumir el mensaje en una palabra o frase. Repítela interiormente con atención.
3. Oración: ¿Qué nos hace decir el texto a Dios?
La ORACIÓN es un recurso que se propone para que a partir de la Palabra se aplique el mensaje que ella transmite a nuestra realidad, buscando identificarnos con el mensaje que transmite y comunica.
La oración surge de modo espontáneo como súplica, acción de gracias, alabanza, petición de perdón o intercesión.
4. Contemplación: ¿Qué me hace decirle al Señor
La contemplación es buscar que la experiencia que ha tenido el escritor sagrado al comunicarnos el texto revelado que eso se actualice en uno mismo a partir de lo que fue conocido. Es conocer vivencialmente al Señor no solo intelectualmente, sino adentrándose en el corazón de Dios, buscando conocer aquello que se conoce y se intuye a partir del texto.
5. Acción: ¿Cómo cambia el texto mi/nuestra mirada?
¿Qué compromisos concretos me/nos hace adquirir para que se realice el Reino de Dios y su justicia?
Siempre es bueno recordar que la Palabra del Señor no es solo para ser conocida, sino que ella debe ser hecha vida (Mt 7,21), y debe ser el fundamento de nuestras actitudes y de nuestros gestos (Mt 7,24-27), porque son bienaventurados: “…lo que escuchan la Palabra y la ponen en práctica…” (Lc 11,28). Esto es el fundamento del quinto paso de la Lectio Divina, el actuar, el vivir, el hacer vida aquello que fue reflexionado y rezado.
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