El titulo de la reflexión pertenece a Santa Teresa de Ávila “Nada te turbe; nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda” y hoy la traigo a colación para hablar del movimiento de Dios en nuestras vidas. Al respecto puedo decir que es nulo. Pero como que es nulo? Aunque parezca absurdo así es. Dios no se muda, es más hoy afirmo que Él permanece en el mismo sitio.
Muchos preguntaran en que sitio? La respuesta es fácil mi querido hermano. Dios permanece inmóvil al lado de nuestro corazón esperando que le abramos la puerta para que el pueda entrar y colmarnos de abundantes gracias. El libro de Isaías nos dice al respecto: “Busquen a Yavé ahora que lo pueden encontrar, llámenlo ahora que está cerca” (55,6). No es que Dios se aleja de nosotros, todo lo contrario, somos nosotros que no lo buscamos, preferimos otras trivialidades que buscar al que es “camino, Verdad y Vida” (Jn 14,6).
El ser humano necesita de ese encuentro con Dios como Jesús con la samaritana (Jn , 1-42), necesita del agua viva que es su Palabra para poder andar por el camino seguro que lleva a la salvación.
.jpg)
Dios no se muda, es cierto, pero, a la pregunta, ¿dónde está entonces tan quieto? La respuesta es: En todas partes. Por definición es el omnipresente, por tanto está en todas partes, pero en unas más que en otras (todo es bueno, pero no todo me es lícito decía Pablo), pues bien, en la cruz sí que está en buena medida
ResponderEliminar