DIALOGO EN EL MATRIMONIO II PARTE

viernes, 3 de agosto de 2012

send email
print this page
En temas de comunicación la psicología femenina y la psicología masculina operan completamente diferente. El lenguaje, las percepciones, la sensibilidad, las actitudes son tan distintas entre ambos sexos que muchas veces nos inundan de malos entendidos e incomprensiones.
Hace algún tiempo se tomó un test a dos estudiantes universitarios: una mujer y un hombre. Ambos alcanzaron el mismo resultado en igual tiempo. Analizando los procedimientos de los dos a través de la medicina nuclear, se descubrió que el joven, para resolver los problemas, sólo utilizó el hemisferio izquierdo, es decir, el hemisferio que elabora las tareas analíticas. En cambio, la mujer utilizó los dos hemisferios, también el derecho, el de la intuición. Conclusión inferida: en general la mujer tiene una visión más global en el momento de tomar decisiones.

Además se halló otro dato interesante, y es que el cuerpo calloso que une ambos hemisferios es más grueso en la mujer que en el hombre, lo que implicaría una mayor comunicación entre ambos hemisferios.

El ejemplo es una comprobación científica de algo que, sin embargo, no la requeriría pues la diferencia entre la psicología femenina y la masculina salta a la vista.
Entonces, ¿cómo entendernos?

Para evitar que uno sea el que sólo habla y el otro sólo se limita a responder con monosílabos informativos o incluso a veces, ni siquiera contesta, la abogado y orientadora familiar Jimena Valenzuela recomienda algunas “tácticas” que facilitan el diálogo:

- Evitar monopolizar la conversación, pues eso produce la sensación en el otro de que su opinión no cuenta por lo que tiende a autoexcluirse y a silenciar sus opiniones y puntos de vista.
- No ser rígidos, es decir, no querer imponerse al otro y ganar siempre la discusión. Pensar que si se admite el punto de vista del otro hemos sido derrotado no está bien. Hay que tratar de entender por qué el otro ve las cosas de tal o cual manera.
- No volver a sacar en cara antiguas ofensas y agravios como un recurso para dar mayor fuerza a nuestras quejas presentes o como defensa ante un reproche.
- Evitar la tendencia a usar palabras que reflejan absolutización: siempre-nunca; todo-nada. Una acción aislada o esporádica pasa a ser un estado, un rasgo de la personalidad del otro, lo que desincentiva a mejorar y a seguir conversando.
- No ser negativo con respecto al otro. Comentar siempre lo que molesta o desagrada más que lo gusta del otro no es alentador. Lo mismo con las situaciones: evitar magnificar las situaciones negativas y minimizar las positivas, por ejemplo: “te olvidaste de pasar por la farmacia a comprarme el remedio porque yo no te importo”.
- Ceder, pero no pensando “tengo que hacerlo para que el otro no se enoje”. Esto produce sensación de victimización y a la larga soledad y alejamiento del otro.

 Para mejorar el diálogo es clave conocer las diferencias que hay entre ella y él.
***Mujeres
Actitud:
- Las mujeres se motivan cuando se sienten queridas y apoyadas. Tienen una tendencia a hacer las cosas por amor, con generosa entrega y abnegación. Ellas velan sobre todo por la calidad de las relaciones personales.
 Conversación:
- Buscan la conversación íntima y personal donde se habla de sentimientos y emociones.
- Les gusta entrar en detalles y agotar los temas.
- Necesitan tiempo para conversar, y buscan un ámbito apropiado para hablar de cuestiones más complicadas.
- Argumentan desde los sentimientos y los afectos.
Preguntas:
- Preguntan para mantener una conversación y demostrar que están interesadas en el tema de conversación.
- Cuando preguntan buscan empatía y conexión.
Conflictos:
- Verbalizan los problemas, por lo que entienden el silencio de los hombres frente a una situación no resuelta como falta de interés. Ellas tienden a reunirse para hablar de sus preocupaciones: las comparten, buscan apoyo y comprensión.
Respuesta:
- La mujer necesita más que la oigan y que la comprendan, a que le den soluciones. Necesita sentirse apoyada y validada.

***Hombres
Actitud:
- Los hombres se sienten motivados cuando son necesitados y útiles. Ellos son mucho más pragmáticos, tienden a hacer las cosas en función de su utilidad. Velan por la obtención de resultados concretos.
Conversación:
- Son más reacios a hablar de temas emocionales. No necesitan ahondar tanto en lo personal. Las mujeres tienden a ver esto como una falta de interés del marido en sus sentimientos.
- Se limitan a decir lo que tienen que decir y con eso dan por zanjado los temas.
- Suelen ser más directos, y a veces, poco delicados. Argumentan desde la razón.
- Les cuesta mucho demostrar sus afectos.
Preguntas:
- Preguntan para obtener información.
- Cuando las mujeres les hacen preguntas creen que simplemente tienen que resolver el problema que viene en la interrogante. No ven el afán de conexión de ellas.
Conflictos:
Ante una situación conflictiva tiende a encerrarse en sí mismo y buscar la solución internamente para después actuar. Frente a un problema se ensimisma, se incomunica.
Respuesta:
El hombre prefiere recibir confianza, aceptación, aprobación.

Recomiendalo:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tus comentarios

 
Design by Grupo Delecluse | Publicado por Orlando Carmona | Powered by www.orlandocarmona.com.ve El lugar que se encuentra en misión permanente.
© Copyright 2012-2013  LA WEB DE ORLANDO CARMONA All Rights Reserved.