Finaliza
el Sínodo de los Obispos, y como le habíamos informado en nuestros escritos LA
VERDAD SIN TAPUJOS, el Papa iba arrastrar a aquellos radicales que se
encuentran dentro de nuestra Iglesia, y que no le abren definitivamente la
puerta a la misericordia.
En el documento final del Sínodo se encuentran los dos
puntos que fueron más discutidos: “Los divorciados vueltos a casar y el tema
sobre la homosexualidad”. Es cierto que dichos temas no recibieron las dos
terceras partes, sin embargo el de los divorciados vueltos a casar recibió 104
a favor y 74 en contra, por su parte el de los homosexuales 112 a favor y 64 en
contra. No recibieron las dos terceras partes pero se encuentran dentro del
documento final y la idea de abrirles las puertas de la Iglesia seguramente irá
creciendo cada día. Sin lugar a dudas que ha sido un paso bien importante; Hay
muchos divorciados vueltos a casar que sufren por no poder recibir a Cristo,
pareciera que nosotros le decimos que es un sacramento exclusivamente para
santos, por otro lado el no discriminar a los homosexuales nos habla de una
Iglesia que no es exclusiva, sino inclusiva, aspecto que por muchos años hemos
mantenido. ¡Ha llegado la hora de la misericordia! Y puedo decir que el Papa
Francisco supero este trago amargo que tenía, todos sabíamos que no le iba ser fácil
la dirección de un Sínodo con grandes radicales, ellos pensaban que eran la mayoría,
y se han equivocado. No podíamos esperar otra cosa de un Papa que nos ha
encantado con su amor, ha abrazado a judíos, rabinos, protestantes etc, ha
llamado a personas que jamás pensaron que iban hablar con él, ha pedido siempre
que oren por él, en sus audiencias detiene el papamóvil y sube a desconocidos,
amigos y niños, abraza a los enfermos, ora por los poseídos, ha llorado por la vejación
de crímenes de lesa humanidad a algunos sacerdotes. Son muchos los signos que
nos dejan bien claro quién es este Papa, él se encuentra movido por el Espíritu
Santo.