"Nunca
doy algo por perdido. No sé si se puede hablar con Estado Islámico, pero nunca
cierro la puerta. Mi puerta siempre está abierta", afirmó el papa
Francisco durante el vuelo de regreso a Roma, procedente de Estrasburgo. Junto
al tema de los abusos en Granada, Francisco habló sobre la posibilidad de
dialogar con los terroristas yihadistas.
En
relación al terrorismo, alertó sobre la existencia de "otra amenaza".
"Existe un terrorismo de Estado", sostuvo de regreso, tras la
invitación por el Consejo de Europa. Y explicó: "Cuando las cosas salen,
cuando la violencia ocurre, el Estado se siente en el deber de masacrar a los terroristas,
y así a menudo ataca también a quien es inocente".
El
Papa precisó así que "el terrorismo es una realidad y también una amenaza.
Y también la esclavitud es una realidad inserta en el mundo de hoy. El trabajo
esclavo, la trata de personas, el comercio de niños. Es un drama, no cerremos
los ojos".
Y
en relación a la amenaza específica del terrorismo, fue categórico al regresar
sobre una afirmación, aquella por la que es necesario "frenar al
agresor". "Esto es justo con el consenso internacional -observó-.
Ningún país tiene por sí solo el derecho de frenar al agresor", remarcó.
En
otra pregunta, fue consultado acerca de sus inclinaciones políticas.
"¡Esto es reduccionismo! ¡Así me siento en una colección de insectos, un
insecto socialdemócrata!", dijo en clave risueña, sobre la referencia a
ciertos discursos.
"No,
no suelo calificarme de una u otra forma. Lo que digo viene del Evangelio, del
que deriva la doctrina social de la Iglesia. En las cosas sociales o políticas
no estoy separado de la doctrina social, que viene del Evangelio", dijo el
argentino Jorge Mario Bergoglio.