Corre al mercado y compra los mejores
ingredientes para un banquete. ¡La mejor comida del mundo!
Poco
tiempo después, Esopo volvió del mercado y colocó sobre la mesa un plato
cubierto por un fino paño de lino. El mercader levantó el paño y se sorprendió:
-¡Ah!,
¿lengua? Nada como una buena lengua que los pastores griegos saben preparar muy
bien. Pero ¿por qué escogiste exactamente a la lengua como la mejor comida del
mundo?
El
esclavo, con la mirada baja, explicó su preferencia:
-¿Qué
hay mejor que la lengua, señor? La lengua nos une a todos, cuando hablamos. Sin
la lengua no podríamos entendernos.
La
lengua es la llave, el órgano de la verdad y la razón. Gracias a la lengua se
construyen ciudades, gracias a la lengua podemos expresar nuestro amor. La
lengua es el órgano del cariño, de la ternura, del amor, de la comprensión. Es
la lengua que torna eternos los versos de los poetas, las ideas de los grandes
escritores. Con la lengua se enseña, se persuade, se instruye, se reza, se explica,
se canta, se describe, se elogia, se demuestra, se afirma. Con la lengua
decimos "madre" y "querida" y "Dios". Con la
lengua decimos "sí", con la lengua decimos "!yo te amo!"
¿Puede haber algo mejor que la lengua señor?
El
mercader se levantó entusiasmado:
-!Muy
bien. Esopo! Realmente me has traído lo mejor que hay. Toma ahora este otro
saco de monedas.
Anda
de nuevo al mercado y trae lo que haya de peor, pues quiero ver tu sabiduría.
Después
de algún tiempo, el esclavo Esopo volvió del mercado trayendo un plato cubierto
por un paño. El mercader lo recibió con una sonrisa:
-Hummm......ya,
sé lo que hay de mejor. Veamos ahora lo que hay de peor...
El
mercader descubrió el plato y quedó indignado: .
¿Quéee?!
¿Lengua? ¿Lengua otra vez? ¿Lengua? ¿No dijiste que la lengua era lo mejor que
había? ¿Quieres ser azotado?
Esopo
bajó la mirada y respondió:
-La
lengua, señor, es lo peor que hay en el mundo. Es la fuente de todas las
intrigas, el inicio de todos los procesos, la madre de todas las discusiones.
Es
la lengua la que separa a la humanidad, que divide a los pueblos. Es la lengua
la que usan los malos políticos cuando quieren engañar con sus falsas promesas.
Es
la lengua la que usan los pícaros cuando quieren estafar. La lengua es el
órgano de la mentira, de la discordia, de los malos entendidos, de las guerras,
de la explotación.
Es
la lengua la que miente, la que esconde, que engaña, que explota, que blasfema,
que insulta, que se acobarda, que mendiga, que provoca, que destruye, que
calumnia, que vende, que seduce, que corrompe.
Con
la lengua decimos "muere" y "canalla" y
"demonio". Con la lengua decimos "no". Con la lengua
decimos "¡yo te odio!"
Ahí
está, señor, por qué la lengua es la mejor y la peor de todas las cosas!