CULTIVANDO LA AMISTAD CON DIOS VENDRÁN BENEFICIOS A NUESTRAS VIDAS

miércoles, 29 de abril de 2015

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En el libro del Deuteronomio 10,12-13 se nos dice que Dios le hace una serie de exigencias al pueblo de Israel para que le vaya bien en todo lo que haga. Dicho mandato no ha perdido actualidad y hoy también Dios nos dice lo mismo a todas las personas para que sus beneficios puedan venir a nosotros.
Son cuatro las exigencias que Dios le hace al pueblo de Israel, del cumplimiento de esos mandatos se cultivará una relación especial con él:
1. Que “respetes” al Señor (leyirah לְ֠יִרְאָה” del verbo יָרֵא “yaré” Cuando se usa con relación a una persona de alto rango, “yare” connota «temor reverente». Es más que simple temor; es la actitud con que una persona reconoce el poder y la condición de la persona a la que se reverencia y se le rinde el debido respeto. Con este significado, la palabra puede implicar sumisión en una debida relación ética con Dios).

2. Que “sigas” todos sus caminos (laleket לָלֶ֤כֶתdel verbo halak seguir, caminar, andar, ir).

3. Que “sirvas” al Señor tu Dios  (velaavod וְלַֽעֲבֹד֙ del verbo abad «servir, cultivar, esclavizar, trabajar» El verbo se usa por primera vez en Gn 2,5 “Ni había hombre para cultivarla”. Para entablar con Dios una amistad hay que cultivarla, trabajarla).

4. Que “guardes” sus preceptos (lishmor לִשְׁמֹ֞ר del verbo shamar «guardar, atender, proteger, retener».  Shamar quiere decir «guardar» en el sentido de atender o cuidar. Dios puso a Adán «en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase» Gn 2,15 : primer uso en la Biblia). El término tiene además la acepción de «guardar» en el sentido de «proteger» o «atender». David, con ironía, reprende a Abner por no proteger a Saúl (1Sa 26,15): «¿No eres tú un hombre? ¿Quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al rey, tu señor?»).
Al final del v.13 dice que los que c los mandatos del Señor  son “para bien” . La palabra לְט֖וֹב letov viene del verbo tob que signica bueno; favorable; festivo; agradable; encantador; bien; mejor; correcto. Esta palabra aparece unas 500 veces en el Antiguo Testamento. El primer caso es en Gn 1,4 : «Y vio Dios que la luz era buena». Dios evalúa la obra de creación de cada día como «buena», culminando con un «bueno en gran manera» (Gn1,31).

Para que nuestra vida sea para bien debemos someternos a Dios, para ello es necesario caminar con él para cultivar su amistad y finalmente proteger lo que nos ha dado como tesoro para nuestro bien y el de toda nuestra familia.

Se hace necesario que el ser humano comprenda que los mandatos del Señor no son para cohibir nuestra libertad, por el contrario, son para nuestro progreso tanto espiritual como material. Son una luz que nos guía para hacer un mundo de paz.


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