
La
mano es, juntamente con la “palabra”, uno de los medios más expresivos del
lenguaje del hombre; de por sí, la mano simboliza ordinariamente el poder (Éx
14,31; Sal 19, 2) y hasta el Espíritu de Dios (l Re 18,46; Is 8,11; Ez 1,3;
3,22). Imponer las manos sobre alguien es más que levantarlas en alto, aunque
sea para bendecir (Lev 9,22; Lc 24, 50); es tocar realmente al otro y
comunicarle algo de uno mismo.
AT.
La impo