Muchas veces se nos pasa el tiempo y poco
agradecemos a Dios las bendiciones que nos proporciona. El mundo se encuentra
convulsionado entre política, guerras y muertes. Si tuviéramos que hacer una
encuesta para ver el porcentaje de personas que al levantarse le dan gracias a Dios
estoy seguro que menos del 10% de los encuestados lo hacen. Se nos olvida que
cada mañana es un nuevo amanecer y es un regalo bellísimo de nuestro Padre, yo
me atrevería a preguntarle a cualquier persona que no le dé las gracias a Dios
por cada día lo siguiente: Si ya no tuvieras más días de vida en la tierra ¿Cuánto
estarías dispuesto a pagar porque se alargue? La respuesta estoy seguro seria “Todo”.
Muchas veces pedimos a Dios un milagro, sin embargo los milagro que no vienen
es porque ya están presentes; Un nuevo día, mis familiares, mis hijos, el poder
ver, oír, caminar, hablar, mi salud y mil etc más.
Queridos hermanos, un nuevo día, es un milagro nuevo
de Dios.
Qué bueno sería que al momento de levantarnos
le dijéramos a Dios esta pequeña oración:
¡Gracias padre, por este nuevo día de vida
que Tu Misericordia me concede! Que sea para tu gloria, para mi bien y el de
mis hermanos. Amén
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