El final del
Evangelio de Mateo (28,16-20) presenta a Jesús en el monte d Galilea. Al verlo
los discípulos le “adoraron” (προσεκύνησαν gr. prosekúnesan del verbo proskunéo
que significa Adorar, postrarse, arrodillarse, hacer reverencia, caer a los
pies), y algunos “dudaron” (ἐδίστασαν gr. edistasan del verbo distázo que
significa dudar, vacilar. El termino implica estar en dos caminos “dis, doble;
stasis, estar de pie”, implicando incertidumbre acerca de qué camino tomar).
Jesús se les acercó
y le dijo:
“Me ha sido dado
todo poder en el cielo y en la tierra” (edóthe
moi pasa exousía en
ourano kai epi
tes ges). Luego de estas palabras Jesús les confía la misión universal
de “ir y hacer discípulos (μαθητεύσατε gr. matheteusate de matheteúo que
significa convertirse en alumno; transitivamente discipular, matricular como erudito,
discípulo, docto. Ver Mt 13,52; 27,57; Hch 14,21).
Solamente Mateo
utiliza la palabra “matheteusate”. La misión de los discípulos no es fácil como
muchos hoy en día quieren hacer ver, el hacer discípulos significa ser un
cristiano bien preparado. La misión debe ser llevada a “todas” (πάντα gr.
pánta) las gentes y las deben bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo, se les debe enseñar a “guardar” (τηρεῖν gr. terein de teréo
que se traduce por guardar, obedecer, velar por, vigilar, conservar, reservar,
retener, proteger) todo lo que se les ha mandado.
Las palabras finales
de Jesús en el Evangelio son hermosas y llenas e esperanzas. “Yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin (consumación) del mundo”. Un dato bien
importante es la traducción de “fin” (συντελείας gr. sunteleías) en cinco de
las seis veces en que aparece en la Biblia, significa un llevar a la
consumación las varias partes de un esquema. En Mt 13,39-40, Mt 13,49; Mt 24,3;
Mt 28,20, la traducción «el fin del siglo» o «fin del mundo» es conducente a
error; en todos los pasajes en que aparece (Mt 13,39-40, Mt 13,49; Mt 24,3; Mt
28,20; y Hb 9,26 se traduce por
«consumación». Esta palabra no denota un final, sino la conducción de los
eventos al punto culminante señalado. Aion no es el mundo, sino un período,
época o era en la que tienen lugar eventos.
Actualización
El mandato principal
de Jesús antes de irse es de hacer “discípulos” a todas las gentes. Como ya pudimos
ver más arriba, la palabra que utiliza Mateo para referirse a “discípulo” es “matheteusate”
que significa una persona que estudia profundamente las Escrituras, es aquella
que cumple todo lo que le ha mandado el Señor.
El verdadero discípulo
es aquel que ha conservado la Palabra del Señor en toda su pureza, no la ha
tergiversado a intereses propios, la ha hecho parte de su vida.
La Iglesia no ha
cumplido a cabalidad con el mandato del Señor de hacer verdaderos discípulos,
en nuestras parroquias no se enseña la Palabra, y lo peor aun es que en muchas
de ellas no se cuentan con una Pastoral Bíblica
que sea el centro de todas ellas. Hoy vemos a muchos cristianos light,
no se forman a cabalidad, dicen conocer a Jesús pero en verdad lo desconocen,
porque desconocer las Escrituras es desconocer a Jesús.
Recuerdo un día
cuando en nuestra parroquia teníamos un centro de estudios teológicos donde se
formaban muchos laicos, de la noche a la mañana el sacerdote me pide que elimine
el centro, que haga las gestiones para que no siguiera, por supuesto que me le
opuse porque esos estudios iban en beneficio de todos. Es increíble ver la gran
cantidad de parroquias que no forman discípulos porque no enseñan la Palabra de
Dios, el sacerdote muchas veces no se preocupa por la formación porque se
encuentra ocupado en otras cosas.
Estoy seguro que si
la Iglesia se hubiera aferrado al mandato del Señor en hacer hombres y mujeres
de bien el mundo fuera otro. La Iglesia debe despertar de ese letargo que pareciera
producido no por Dios sino por su enemigo.
Hay que tener claro
que la misión de la Iglesia es universal, por ello se hace necesario que salga
de las cuatro paredes, que llegue a esos lugares donde La Buena Nueva de salvación
no ha llegado.
Recientemente asistí
a una vigilia de Pentecostés que se realizo entre varias parroquias fuera del
templo, hubo cantos, alabanzas, adoración, Palabra y al final la santa Eucaristía.
Acciones como estas nos deben llevar a la reflexión, unidos podemos lograr
muchas cosas, el mismo Jesús nos asiste con la fuerza de su amor.
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