Xavier León
Dufour nos da el significado bien preciso de Pentecostés. La palabra griega significa
que la fiesta celebrada ese día tiene lugar cincuenta días después de pascua.
El objeto de esta fiesta evolucionó: en un principio fiesta agraria, conmemora
en lo sucesivo el hecho histórico de la alianza', para convertirse al fin en la
fiesta del don del Espíritu, que inaugura en la tierra la nueva alianza.
AT Y JUDAÍSMO.
Pentecostés es - con pascua y los tabernáculos - una de las tres *fiestas en
que Israel debe presentarse delante de Yahveh en el lugar escogido por él para
que habite en él su *nombre (Dt 16,16).
1.
En los orígenes es la fiesta de la recolección (*siega), día de regocijo y de
acción de gracias (Éx 23,16 Núm 28,26; Lev 23,16ss); ese día se ofrecen las
*primicias de lo que ha producido la tierra (Éx 34,22, donde se da a la fiesta
el nombre de fiesta de las semanas, apelación que la sitúa siete semanas
después de pascua y de la ofrenda de la primera gavilla: cf. Lev 23,15).
2.
Luego la fiesta es un aniversario. La *alianza se había concluido unos cincuenta
días (Éx 19,1-6) después de la salida de Egipto, que se celebraba con la
pascua; pentecostés vino a ser naturalmente el aniversario de la alianza, sin
duda ya el siglo n a. de J.C., pues como tal aparece generalizada a principios
de nuestra era según los escritos rabínicos y los manuscritos de Qumrán.
EL PENTECOSTÉS CRISTIANO. 1. La
teofanía. El don del Espíritu, con los signos que lo
acompañan, el viento, el *fuego, se sitúa en la prolongación de las teofanías
del AT. Un doble milagro subraya el sentido del acontecimiento: en primer
lugar, los apóstoles se expresan en "lenguas" para cantar las
maravillas de Dios (Act 2,3); el hablar en *lengua es una forma *carismática de
oración que se registra en las comunidades cristianas primitivas. Este hablar en
lengua, aunque de por sí ininteligible (cf. lCor 14,1-25), este día es
comprendido por las gentes que se hallan presentes; este milagro de audición es
un signo de la vocación universal de la Iglesia, puesto que estos oyentes
vienen de las regiones más diversas (Act 2,5-11).
2. Sentido del acontecimiento.
a)
Efusión escatológica del Espíritu. Pedro, citando al profeta Joel, muestra que
pentecostés realiza las *promesas de Dios: en los últimos *tiempos el Espíritu
será dado a todos (cf. Ez 36,27). El Precursor había anunciado que estaba
presente el que debía bautizar en el Espíritu Santo (Mc 1,8). Y Jesús, después
de su resurrección, había confirmado estas promesas: "Dentro de pocos días
seréis bautizados en el Espíritu Santo" (Act 1,5).
b)
Coronamiento de la pascua de Cristo. Según la catequesis primitiva. Cristo
muerto, resucitado y exaltado a la diestra del Padre acaba su obra derramando
el Espíritu sobre la comunidad apostólica (Act 2,23-33). Pentecostés es la
plenitud de *pascua.
c)
Reunión de la comunidad mesiánica. Los profetas anunciaban que los *dispersos
serían reunidos en la montaña de Sión y que así la asamblea de Israel estaría
unida en torno a Yahveh; pentecostés realiza en Jerusalén la *unidad espiritual
de los judíos y de los prosélitos de todas las naciones; dóciles a la
*enseñanza de los apóstoles, *comulgan en el *amor fraterno en la mesa
*eucarística (Act 2,42ss).
d)
Comunidad abierta a todos los pueblos. El Espíritu se da con vistas a un
testimonio que se ha de llevar hasta los confines de la tierra (Act 1,8); el
milagro de audición subraya que la comunidad mesiánica se extenderá a todos los
pueblos (Act 2, 5-11). El pentecostés de los paganos (Act 10,44ss) acaba de
hacerlo patente. La división operada en *Babel (Gén 11,1-9) halla aquí su
antítesis y su término.
e)
Partida en misión. El pentecostés que reúne a la comunidad mesiánica es también
el punto de partida de su misión: el discurso de Pedro, "de pie con los
Once", es el primer acto de la *misión dada por Jesús: "Recibiréis una
fuerza, el Espíritu Santo... Entonces me seréis testigos en Jerusalén, en toda
la Judea y en Samaria, y hasta los confines de la tierra" (Act 1,8).
Los
Padres compararon este "bautismo en el Espíritu Santo", una como
investidura apostólica de la Iglesia, con el bautismo de Jesús, teofanía
solemne al comienzo de su ministerio público. Muestran en pentecostés el don de
la nueva *ley a la Iglesia (cf. Jer 31,33; Ez 36,27) y la nueva *creación (cf.
Gén 1,2): estos ternas no se expresan en Act 2, pero se basan en la realidad
(la acción interior del Espíritu y la recreación que él efectúa).
3. Pentecostés, misterio de
salvación. Si fue pasajero el aspecto exterior de la teofanía,
el *don hecho a la Iglesia es definitivo. Pentecostés inaugura el tiempo de la
*Iglesia, que en su peregrinación al encuentro del Señor recibe constantemente
de él el Espíritu que la reúne en la fe y en la caridad, la santifica y la
envía en misión. Los Hechos, "evangelio del Espíritu Santo", revelan
la actualidad permanente de este don, el *carisma por excelencia tanto por el
lugar que ocupa el Espíritu en la dirección y en la actividad misionera de la
Iglesia (Act 4,8; 13,2; 15,28; 16,6) como por sus manifestaciones más visibles
(4,31; 10,44ss). El don del Espíritu califica los "últimos tiempos",
período que comienza en la *ascensión y hallará su consumación el último *día,
cuando retorne el Señor.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios