LA FAMILIA: ABRAZAR, BESAR Y LLORAR

domingo, 5 de junio de 2011

send email
print this page

Las Familias luchan por salir adelante cada día, enfrentando una serie de adversidades y de males que en muchas ocasiones provocan peleas, rencor, violencia, envidia, egoísmo etc. La familia nunca dejara de existir a pesar de lo que  algunos autores han dicho acerca de la  destrucción de la pareja en el Sacramento del matrimonio, situación equidistante de la realidad puesto que el mismo Dios es el artífice de la misma, aun cuando los problemas agobien muchas familias, estas seguirán siendo ejemplo de vida y amor.
Este modelo de familia donde prevalece todo menos el amor no es el que Dios ha querido que formemos. En Josué Cáp. 24, 14-15 se describe que demos hacer. Josué le dice su pueblo “Por todo esto respeten al Señor y sírvanle con sinceridad y lealtad, apártense de los dioses, y elijan a quien van a servir hoy, por mi parte mi familia y yo serviremos al Señor”. Debemos dejar atrás todo lo que  nos ata en este mundo para solo amarlo a Él, por eso nuestras familias así como Jacob y su hermano, como José y sus hermanos se deben abrazar, besar y llorar en el nombre del Señor.
Abrazar y besar para dar muestras siempre de amistad lealtad, cariño y bendición y llorar para que todos juntos pasemos y compartamos ratos muchas veces alegres y otras veces triste, para que seamos solidario con el otro, pero siempre teniendo presente que tenemos un Padre, un Hermano, una Madre que desde el cielo nos están guiando, por esto todos los días debemos darle las gracias porque eterna es su Misericordia.
Si las familias marchan mal, el mundo no podrá ir en otra dirección, el Papa Juan Pablo II ya lo dijo en la familiares consortio “El futuro de la humanidad se fragua en la familia”.
Debemos hacer de nuestras familias, un lugar donde se formen las personas, donde sea nuestra primera experiencia de vida comunitaria, un santuario de vida, y en donde nuestra casa sea una pequeña Iglesia Domestica como lo dice San Juan Crisóstomo. Este es el modelo ideal de familia a seguir, puesto que es allí en donde nuestros primeros educadores (Padres) nos enseñan a orar, a trabajar, a perdonar, y compartir, etc. Muchas familias dejan esta responsabilidad  a los maestros, sin darse cuenta que están deslastrándose de lo más hermoso, como lo es el compartir, el poder de  abrazarse y decirse “Lo hiciste bien” ó “no te preocupes mi vida todo va a salir bien”.
Fenómenos como el aborto, la eutanasia y el homosexualismo han tratado de agrietar y se esta haciendo cada vez más permisivo en numerosos países, a sabiendas que estas decisiones van en contra de lo que Dios quiere que hagamos para construir cada día un mundo mejor, porque a “Él le pertenece todo ser humano, lo mismo el Padre que el Hijo” Ezequiel 18,4. Nuestra forma de administrar y compartir el mundo no ha sido de la más idónea, puesto que en Génesis 1, 27-28 “Dios cuando creo al hombre lo creo a su imagen, varón y mujer los creo, les dio su bendición, les dijo tengan muchos hijos, llenen al mundo y gobiérnenlo”. Hemos querido gobernar a nuestra manera sin seguir los consejos de Dios, lo que Benedicto XVI afirma en su audiencia del 16 de Agosto del 2006 donde dice “Hay quienes viven como si no tuvieran que morir o como si todo se acabara con la muerte, algunos se comportan como si el hombre fuera el único artífice de su propio destino, como si Dios no existiera, llegando en ocasiones incluso a negar que haya espacio para El en nuestro Mundo.” Es así como hemos creado un mundo anormal fuera del rango establecido por Dios y su hijo: El Amor.
Existen como ya dije anteriormente 2 relatos en la Biblia en donde se produce estos tres momentos de la familia; abrazar, besar y llorar.
Uno de ellos es en Génesis 33,4 y “Cuando Esau  corrió al encuentro de su hermano y echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo beso”. Luego dice “Los dos lloraron” atrás quedo todo el pasado, de ahora en adelante serán una verdadera familia en donde el amor reine en ellos.
El segundo momento lo encontramos también en Génesis Capitulo 45,14-15 donde dice “José abrazó a su hermano Benjamín y comenzó a llorar, también Benjamín lloro abrazado a José, luego José beso a todos sus hermanos y lloro al abrazarlos”.
José que fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes que lo llevan a Egipto como esclavo de Potifas, fue encarcelado al ser acusado por su esposa de seducción, sin embargo José nunca guardo rencor en su corazón, por el contrario “El Señor siempre estaba con él” Génesis 39,1. Cuantas familias hoy no buscan la reconciliación el perdón, el compartir, se encuentran más ocupados en cosas triviales y mundanas como el trabajo, el lujo, el poder, placer, dinero y no se dan cuenta que los pilares de su hogar se están derrumbando poco a poco. Hoy más que nunca necesitamos expresar estos tres sentimientos:
Abrazamos para darle seguridad, protección confianza, fortaleza, salud, autovaloración a nuestra familia, hermanos, hijos, para todo el que lo necesite, el abrazo nos hace ser más hermanos.
Besamos para dar muestra de cariño, de compartir el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones.
Lloramos en familia para compartir alegrías y tristezas y sobre todo para ser solidarios en momentos de angustia.
                                                                          Licdo.Orlando Carmona

Recomiendalo:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tus comentarios

 
Design by Grupo Delecluse | Publicado por Orlando Carmona | Powered by www.orlandocarmona.com.ve El lugar que se encuentra en misión permanente.
© Copyright 2012-2013  LA WEB DE ORLANDO CARMONA All Rights Reserved.