DISCURSO DEL PAPA BENEDICTO XVI A LAS JÓVENES DEL MONASTERIO ESCORIAL

viernes, 19 de agosto de 2011

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Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a las jóvenes religiosas, de congregaciones tanto activas como contemplativas, en el Patio de los Reyes del Monasterio de El Escorial.
Queridas jóvenes religiosas:
Dentro de la Jornada Mundial de la Juventud que estamos celebrando en Madrid, es un gozo grande poder encontrarme con vosotras, que habéis consagrado vuestra juventud al Señor, y os doy las gracias por el amable saludo que me habéis dirigido. Agradezco al Señor Cardenal Arzobispo de Madrid que haya previsto este encuentro en un marco tan evocador como es el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Si su célebre Biblioteca custodia importantes ediciones de la Sagrada Escritura y de Reglas monásticas de varias familias religiosas, vuestra vida de fidelidad a la llamada recibida es también una preciosa manera de guardar la Palabra del Señor que resuena en vuestras formas de espiritualidad.
Queridas hermanas, cada carisma es una palabra evangélica que el Espíritu Santo recuerda a su Iglesia (cf. Jn 14, 26). No en vano, la Vida Consagrada «nace de la escucha de la Palabra de Dios y acoge el Evangelio como su norma de vida. En este sentido, el vivir siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente, se convierte en "exégesis" viva de la Palabra de Dios... De ella ha brotado cada carisma y de ella quiere ser expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por la radicalidad evangélica» (Exh. apostólica Verbum Domini, 83).
La radicalidad evangélica es estar "arraigados y edificados en Cristo, y firmes en la fe" (cf. Col, 2,7), que en la Vida Consagrada significa ir a la raíz del amor a Jesucristo con un corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor (cf. San Benito, Regla, IV, 21), con una pertenencia esponsal como la han vivido los santos, al estilo de Rosa de Lima y Rafael Arnáiz, jóvenes patronos de esta Jornada Mundial de la Juventud. El encuentro personal con Cristo que nutre vuestra consagración debe testimoniarse con toda su fuerza transformadora en vuestras vidas; y cobra una especial relevancia hoy, cuando «se constata una especie de "eclipse de Dios", una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza» (Mensaje para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011, 1). Frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como una pertenencia a Dios sumamente amado.
Dicha radicalidad evangélica de la Vida Consagrada se expresa en la comunión filial con la Iglesia, hogar de los hijos de Dios que Cristo ha edificado. La comunión con los Pastores, que en nombre del Señor proponen el depósito de la fe recibido a través de los Apóstoles, del Magisterio de la Iglesia y de la tradición cristiana. La comunión con vuestra familia religiosa, custodiando su genuino patrimonio espiritual con gratitud, y apreciando también los otros carismas. La comunión con otros miembros de la Iglesia como los laicos, llamados a testimoniar desde su vocación específica el mismo evangelio del Señor.
Finalmente, la radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros. Desde la vida contemplativa que acoge en sus claustros la Palabra de Dios en silencio elocuente y adora su belleza en la soledad por Él habitada, hasta los diversos caminos de vida apostólica, en cuyos surcos germina la semilla evangélica en la educación de niños y jóvenes, el cuidado de los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, el compromiso a favor de la vida, el testimonio de la verdad, el anuncio de la paz y la caridad, la labor misionera y la nueva evangelización, y tantos otros campos del apostolado eclesial.
Queridas hermanas, este es el testimonio de la santidad a la que Dios os llama, siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo en la consagración, la comunión y la misión. La Iglesia necesita de vuestra fidelidad joven arraigada y edificada en Cristo. Gracias por vuestro "sí" generoso, total y perpetuo a la llamada del Amado. Que la Virgen María sostenga y acompañe vuestra juventud consagrada, con el vivo deseo de que interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes.
Con estos sentimientos, pido a Dios que recompense copiosamente la generosa contribución de la Vida Consagrada a esta Jornada Mundial de la Juventud, y en su nombre os bendigo de todo corazón. Muchas gracias.

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1 comentarios:

  1. EL ECLIPSE DE DIOS SE DEBE A LA FALASIA DEL PROFETISMO JUDÍO. Las evidencias de su falsedad se encuentran discerniendo objetivamente los elementos de la triada preteológica (la fenomenología, su explicación y su aplicación). Vg. la interpretación onírica de los sueños de Dios del patriarca Abraham inducidos por el deseo intenso y obsesivo de riqueza y descendencia incontable; la descripción neutra del encuentro cercano del patriarca Moisés, al ser explicados como sobre naturales, fenómenos naturales, como (la zarza ardiente o fuego fatuo; el pie del rayo que cruzó el altar de Moisés; la nube y los rayos que anuncian una tormenta como evidencia de presencia de Dios en el Monte Sinaí); el Pacto del Sinaí, mito fundacional de Israel como nación entre las naciones por voluntad divina. El antagonismo entre las directrices de la reflexión existencial del devenir de Israel entre las naciones que orienta el pensamiento de los profetas bíblicos y talmúdicos –VS- la reflexión de la vida después de la vida o existencia eterna que orienta el pensamiento existencial de los místicos (las moradas celestiales). La evidencia histórica del rasgo racista, rapaz, criminal y genocida serial que indujo en el pueblo judío el seguimiento de las directrices ancestrales de sus patriarcas y profetas (las leyes de guerra dictadas por Moisés, la ley del talión, el canto de Lamec,,) __opuesto al perfil de humanidad perfecta que Cristo trató de inculcar a sus seguidores cuyos rasgos fueron elevados a bien aventuranzas en el Sermón de la montaña__ nos dan la certeza de la maldad y falsedad del profetismo judío. Convirtiendo los textos sagrados del (Antiguo Testamento o Torah, el Talmud, el Mishná, la Halaja, el Corán, el Libro de Mormon) __en una letrina moral que envenena el alma__ En cambio la vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo iluminan con luz meridiana las jornadas y metas del camino del desarrollo espiritual que recorren los místicos en su búsqueda del encuentro cercano de Dios, unicidad o experiencia de la común unión (el Padre y yo, somos una misma cosa), convirtiendo las disciplinas místicas en medicina del alma http://www.scribd.com/doc/33094675/breve-juicio-sumario-al-judeo-cristianismo-en-defensa-de-las-raices-cristianas-de-europa-laica ;

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