COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

sábado, 8 de octubre de 2011

send email
print this page
En el Evangelio, hoy Jesús nos habla de Dios y de su reino con una imagen que nos resulta familiar y fácil de entender, la del banquete; porque es así como nosotros solemos celebrar los momentos más importantes de nuestra vida, sentándonos a la mesa, junto a los que más queremos; invitando a nuestros mejores amigos.
El Señor nos dice en la parábola que así mismo hace Dios con nosotros, si es que queremos ser sus invitados, si tomamos en serio su invitación y obramos en consecuencia.
En el relato de Jesús, fueron los invitados los que pusieron en peligro la fiesta que el rey quería organizar: de nada sirvió al rey tener un banquete preparado, porque le fallaron los comensales; de poco le sirven a Dios sus ganas de fiesta, si nosotros -que hemos sido invitados- le seguimos fallando.

Esta parábola de la boda real proclama el comportamiento insólito de Dios.

El rey quiere celebrar una fiesta e invita primero a sus súbditos.
¿Qué hacen ellos?. Se excusan.
Lo insólito, es que esos súbditos que no se hubieran atrevido a rechazar una orden de su rey, se nieguen a responder a un deseo de su Rey de compartir su gozo y hacerlos sus amigos.

No hace falta mucha inteligencia para vernos retratados en la actitud de los súbditos que tenían tantas otras cosas que hacer que no pudieron acompañar al rey en su alegría.

También nosotros nos negamos muchas veces darle a Dios lo que Él desea de nosotros. Y nos negamos porque Dios ¡no nos lo exige!.
¿Podría exigirlo?
¡Si!,... pero no lo hace.
Y nosotros muchas veces -como los súbditos- creemos ser más libres desatendiendo lo que nuestro Dios desea.
Estamos dispuestos a obedecerlo porque pensamos que eso no hay más remedio que hacerlo.
Pero nos da lo mismo que esté contento o no con nosotros, pensamos que ya es suficiente con obedecerlo, como para preocuparse también en tenerlo contento
Y pasa con nosotros como les pasa a los primeros invitados al banquete del rey; no queremos unirnos al gozo del rey y nos pasamos la vida sin probar las alegrías de nuestro Dios, porque de Él solo aceptamos sus órdenes, no sus ruegos.
El que vive sólo para obedecer, aunque se desviva en obedecer, no dejará nunca de ser un súbdito; en cambio el que encuentre el modo, cueste lo que le cueste, de compartir el gozo de su Señor, se convertirá pronto en su amigo íntimo.

Es cierto que el súbdito obedece más y mejor que el amigo, pero es con los amigos con quienes compartimos vida e intimidad, deseos y proyectos.

Con nuestra actitud, ni cuenta nos damos de lo que nos estamos perdiendo de Dios cuando reducimos nuestra relación con Él a obedecer sus mandatos.
¡Es mucho más lo que Dios nos ofrece si atendemos sus deseos!.

Esta parábola nos muestra también cuál es la actitud de Dios. Dios quiere compartir su alegría, y no deja de hacerlo porque no acudan sus primeros invitados.
Dios sale a buscar a otros. Dios no pone ninguna condición previa para invitar a su fiesta, quiere y desea compartirla y sale a los caminos a buscar otros invitados.
¿Qué exige?
Exige a sus invitados un mínimo de respeto. Quienes son invitados a la fiesta, que es un regalo siempre inmerecido, deben vestirse adecuadamente.
¿Qué nos quiere decir Dios con esto?
Que para sentarse a la mesa, hay que cambiar el hábito. Dios está alegre y quiere compartirlo con nosotros; pero no quiere aguafiestas en su mesa, quiere que nos revistamos de alegría.

Por eso los cristianos que más asiduamente asistimos a la fiesta de nuestro Dios no podemos ser aguafiestas: de bien poco nos están sirviendo por ejemplo nuestras misas dominicales si no conseguimos experimentar la dicha de sabernos amigos de Dios, y habiéndola experimentado poder testimoniarla
Si tras tanta invitación a compartir su vida y alegría, no nos sabemos amigos de Dios, hoy el Señor nos dice que seremos sacados de la fiesta; perderemos la fiesta y a Dios.

Pero Dios no perderá su fiesta: seguirá saliendo a los caminos a repetir su invitación y celebrará la fiesta sin nosotros.

Recomiendalo:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tus comentarios

 
Design by Grupo Delecluse | Publicado por Orlando Carmona | Powered by www.orlandocarmona.com.ve El lugar que se encuentra en misión permanente.
© Copyright 2012-2013  LA WEB DE ORLANDO CARMONA All Rights Reserved.