Cada
año que termina es bueno que el ser humano revise como le fue en el año
anterior, debe hacer un análisis de su vida, lo bueno, lo malo, y lo que hay
que cambiar. Muchos enfocamos el año nuevo en la seguridad que será el mejor,
sin embargo, si no hay cambios verdaderos y disposición a obedecer a Dios todo será
igual.
No
importa si el año viejo no me trajo mucho, si tengo a Dios en mi vida, él es mi
riqueza, mi fuerza, mi aliento para luchar por un mundo mejor. La familia que
reza y que está unida no podrán apartarla del tesoro que Dios tiene para ellos.
En estos días he escuchado a muchos predicadores hablar sobre la prosperidad
para el año nuevo, e inmediatamente surge a mi mente la siguiente respuesta: “Si
yo soy rico porque tengo a Dios en mi vida y él está en control”. Parece que lo
importante siempre fuera el dinero, poco decimos de estar cerca de Jesús, de
dejarse amar por él.
En
el libro del Éxodo capítulos 3 y 4 se nos muestra claramente a un Moisés que se
enfocaba en sus defectos, aun habiendo tenido la experiencia maravillosa de la
Zarza, no estaba seguro que tenía un Dios más grande que sus problemas. Dios
que había escuchado y visto la opresión de su pueblo escogió a Moisés para que
fuera el libertador, sin embargo, Moisés no estaba seguro de su misión y se
fijaba en sus defectos y limitaciones:
1.
Se pregunta “¿Quién soy yo para acudir al faraón?” (Ex 3,11). Se consideraba
indigno de la misión que Dios le había encomendado, su identidad no la tenía
muy clara. Muchas veces creemos que no somos capaces de lograr mejoras en
nuestras vidas, Dios está dispuesto a darnos muchos tesoros.
2.
Moisés no estaba tan seguro de su Dios (Ex 4,2). Le dice a Dios que a él no le
iban a creer, incluso Dios le dio unas herramientas para su misión, él nunca te
deja solo, siempre está ahí para ayudarte cuando más lo necesites.
3.
“Yo no tengo facilidad de palabra” (Ex 4,10). Si Dios es el que envía, entonces
tengamos claro que él no es tonto para sus negocios, sabe cuáles son nuestros
defectos y virtudes. Aunque Moisés presentó varias objeciones a la misión que
Dios le iba a encomendar, es cierto también que fue claro al hablar de sus
defectos, sin embargo hay que recordar que en nuestras debilidades Dios se hace
grande.
4.
“Envía a otra persona” (Ex 4,13). Ya por
ultimo Moisés le dice a Dios que él no quiere la misión encomendada, y le pide
que envíe otra persona. El hombre no
debe ponerle piedras a los planes de Dios, él es nuestra guía, y aunque las
cosas muchas veces se pongan feas, el tiempo es de Dios y ya vendrán mejores
momentos.
Como
hemos podido observar, Moisés se enfocaba en sus defectos y limitaciones, no veía
más allá de sus pestañas, muchos hombres hoy día son como Moisés, creen que no
son capaces de ser mejores personas, buenos maridos, buen padre, conviven con
el pensamiento negativo que no les deja levantar la mirada hacia los cielos. En
este año 2015 nuestro enfoque debe ser positivo, siempre de la mano y
obediencia de dios para que sus tesoros sean transferidos a nuestras vidas. Piensa
que este año Dos te proveerá de todo lo necesario en tu vida; En primer lugar,
una nueva relación con él más fuerte y llena de fe y amor y luego vendrán las demás
cosas (Casa, colegio, alquiler, carro).