Desde las primeras páginas del Génesis hasta las últimas del Apocalipsis, la palabra
de Dios es rica en enseñanzas acerca del matrimonio, sobre la naturaleza
salvífica que hombre y mujer realizan en el matrimonio de acuerdo a la voluntad
de Dios, sobre los fines de esa misma comunidad matrimonial, y las leyes
fundamentales que Dios le ha asignado.
Por ser un tema muy rico y extenso
solo me limitaré a escudriñar un poco el
matrimonio en el Antiguo Testamento, posteriormente en entregas sucesivas
hablaré sobre lo contenido en el Nuevo Testamento.
Es necesario distinguir en el
matrimonio en el Antiguo Testamento en tres etapas bien definidas:
1. El
plan de Dios sobre el matrimonio:
El Concilio Vaticano II comienza
Citando el texto de Génesis 2,18-25 y lo hace para corroborar la primera y
fundamental afirmación conciliar de que
“muchas veces la palabra divina invita a los novios y a los casados a que
alimenten y promuevan con casto amor el noviazgo, y con amor único el
matrimonio respectivamente”.
El contenido fundamental del relato
del Génesis 2,18-25 apunta a varias
enseñanzas:
·
La
soledad del primer hombre y en la cual
se afirma de que “no es bueno que el
hombre éste solo” (Gn 2,18) y en donde Dios decide encontrarle una ayuda
ideal, a una mujer.
·
Existe
una igualdad entre el hombre y la mujer, hoy día parecería que cada quien
quisiera estar encima del otro.
·
Existe
un poderoso y misterioso atractivo mutuo entre el hombre y la mujer, de ahí la
alegría del primer hombre al ver junto a
sí a la mujer (Gn 2,23).
·
Hay
una unión total e íntima, donde todo está comprendido en el texto hebreo
“dabaq” que se traduce por aglutinar,
adherirse, unirse íntimamente.
·
Por
último se presenta la exclusión de la poligamia y el divorcio tomando en cuenta
la unión total e íntima del hombre y la mujer y en donde ya no serán dos sino
“una sola carne”.
En el texto del Génesis 1,26-28 que
pertenece al género sacerdotal (s. V a.C), Dios aparece uniendo y bendiciendo
el matrimonio. Esa es la misión de Dios: unir. Más tarde, en el capítulo
tercero, hará aparición en la escena del matrimonio “el separador” (Gen 3,1ss).
La monogamia y la indisolubilidad son
sugeridas también, en efecto, “varón” y
“mujer” (en singular) los hizo Dios (v.27). Dios une y bendice esta unión
matrimonial (v.28). En este mismo sentido de unidad e indisolubilidad
interpretará Cristo este texto al decir a los fariseos “¿no leistes que el Creador desde el principio los hizo varón y
mujer y que dijo: por eso el hombre
dejará a su madre y a su padre, y
serán los dos una sola carne? De tal
manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha
unido, ya no lo separe el hombre” (Mt 19,4-6).
El mismo Jesús le ha dado una
interpretación al texto del Génesis y entonces
¿porque los hombres buscamos darle otro sentido?
2. Pecado
y matrimonio
La naturaleza del exacta del primer pecado hirió profundamente el plan de Dios sobre las
relaciones de hombre y mujer: tuvo simplemente
un resultado nocivo y negativo para el matrimonio, en efecto, la mujer
misma en lugar de ser una ayuda
semejante al hombre puede tornarse ella misma en tentadora (Gen 2,18 en
relación con Gen 3,6). El varón adopta a veces una actitud poco noble de
excusarse a sí mismo acusando a la mujer; y la acusación llega de una sola vez
hasta el mismo Dios “la mujer que tú me diste” (Gen 3,12). Es una expresión
amarga que el hombre ha lanzado sobre la mujer y sobre Dios. Algo ha cambiado,
pues, en las relaciones mutuas y para con Dios.
3. Amor
e hijos en el Antiguo Testamento
La restauración del matrimonio en la
historia de la salvación tendrá como
coordenadas las de los fines propios del matrimonio mismo; la pedagogía divina
se centra en torno a estos dos bienes principales; el amor y los hijos, son los
dos valores fundamentales en torno a los cuales gira la palabra de Dios y el
ofrecimiento de su gracia en el seno de la alianza.
Es Dios el que da la capacidad de
amar: la progresiva restauración del matrimonio en el AT sigue en los planes de
Dios la línea de la educación en el amor, ya que dignificando el amor se
dignifica el matrimonio.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios