Descripción y fuente de la Parábola Mt 25,14-30; Lc 19,11-27)
Desde
la edad patrística se discutía si la parábola
de los talentos era una sola o se trataba de dos parábolas diferentes. Hoy es comúnmente aceptado que se trata de
una sola parábola vista su estructura fundamental.
El
núcleo de la parábola, tal como se encuentra en la recensión de Lucas, estaba
ya en «Q» en una forma muy semejante a la que actualmente posee en el evangelio
según Mateo, aunque con algunas diferencias. Es más probable que la versión
original de «Q» hablara de «diez empleados» (que Mateo habría reducido a
«tres») que no que Lucas haya introducido diez, para olvidarse de ellos casi de
inmediato. Mateo habría reducido el número de empleados para acomodar su
recensión al estereotipo de parábola con tres actores. Igualmente, habría
cambiado el término “mna” («onza»), que sólo aparece en el evangelio según
Lucas en todo el Nuevo Testamento, por el de talanta (que Mateo emplea también
en 18,24, pero que Lucas no utiliza jamás). De ese modo, Mateo obtiene una cantidad
más plausible de dinero, con la que deben negociar los empleados del señor. Por
otro lado, la reducción de una cantidad más grande a otra más pequeña, como
sucede en la recensión de Lucas, se ve también en otras parábolas, como la del
gran banquete (Lc 14,17-20, donde sólo tres de «los invitados» rechazan la
invitación) y la del administrador infiel (Lc 16,5-7, donde sólo dos de «los
deudores» modifican sus recibos).
Contexto
de Lucas
En
el contexto del evangelio según Lucas, la parábola adquiere un nuevo matiz por
el correctivo que aplica a las expectativas populares sobre la inminente
aparición del Reino de Dios. Al discípulo cristiano se le recuerda que se le
han confiado «los secretos del Reino» como don libre y generoso del que podrá
esperar una recompensa, aunque eso depende de la responsabilidad con la que
haya hecho fructificar los dones que Dios le ha concedido. De ese modo, si es
verdad que la parábola subraya la noción de recompensa por el comportamiento
personal, también insiste en la gratuidad del proceso que implica esa actitud.
Es evidente que el discípulo podrá responder a esa gratuidad con obediencia y
sumisión, como los dos primeros empleados, o con desobediencia y obstinación
personal, como el tercero.
Contexto
en Mateo
Esta
parábola coincide en parte con la del criado fiel y sensato (24,45-51). Allí
como aquí confía el señor a sus criados determinados encargos para el tiempo de
su ausencia. Lo que importa es que cumplan fielmente la voluntad de su señor.
Pero aquí se añade algo nuevo. No sólo se deben llevar a cabo terminantes
encargos, sino que los criados deben trabajar con independencia de acuerdo con
el deseo de su señor. Las grandes sumas de dinero no son repartidas para ser
conservadas, para preservarlas del robo o de otros daños, sino para que sean
empleadas con el fin de obtener una ganancia. En esto la parábola de los
talentos sobrepasa la del criado fiel. No basta llevar a término un encargo de
trazos muy concretos, sino que es preciso estar deseoso de aumentar los bienes
con la iniciativa y el riesgo personal.
Diferencias
y semejanzas entre Mateo (25,14-30) y
Lucas (19,11-27)
1.
En Mt la parábola que la antecede es la de “las diez vírgenes” (Mt 25,1-13),
mientras que en Lc en encuentro con Zaqueo la antecede (Lc 19,1-10).
2.
En Mt no especifica donde esta Jesús, mientras que en Lc dice que “Estaba él cerca de Jerusalén” (19,11).
3. En Lc la parábola se
introduce con la fuerte convicción que la gente creía que “el Reino de Dios
aparecería de un momento a otro”, en Mt no aparece.
4. En Lc el hombre e la
parábola es “noble” y se marcha a un país lejano (12,12), en Mt el titulo de noble no aparece y no dice nada
de la lejanía del lugar hacia donde se marcha el hombre.
5.
En Mt el hombre les encarga la hacienda a tres hombres y les da diferentes
talentos (25,15), mientras que en Lc le encomienda la hacienda a “diez siervos”
y les dio “minas” (19,13).
6.
En Mt a cada siervo que administro los talentos y le produjo dividendos le dijo
“ya que has sido fiel en lo poco, voy a ponerte al frente de mucho. Entra en el
gozo de tu señor” (25,20-23), en Lc se alaba por la capacidad de producir
resultados igual que en Mateo pero le entrega “ciudades” (19,15-19).
7.
En Mt el siervo esconde el talento debajo de la tierra por miedo (25,24-25), en
Lc el hombre tiene guardada la mina por miedo ya que su amo es un hombre “duro
y severo” (19,20-23).
8.
En Mt el talento se lo quita al hombre que lo enteró debajo de la tierra y se
lo dio al que tenía diez talentos (25,26-29), en Lc le quitan la mina al hombre
que la guardó y se la dieron al que tenía diez minas (19,24-25).
9.
Tanto en Mt como en Lc se afirma que “todo el que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta
lo que tiene” (Mt 25,29; Lc 19, 26).
10.
En Mt al siervo inútil lo echan a las tinieblas donde se escuchará el rechinar
de dientes (25,30), en Lc, los enemigos del
hombre que iba a recibir investidura real no querían que él reinara, se los trajeron y los mataron (19,27).
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