Muchas
veces como padres no nos damos cuenta de la gran bendición que tenemos. Pasamos
el día en nuestro trabajo y muchas veces llegamos cansados y le dedicamos poco
tiempo a nuestros hijos. El tiempo es corto, se nos va esos momentos bellos del
disfrute con nuestros hijos y seres queridos, son momentos que más nunca volverán.
Hoy
tuve una experiencia que me hizo reflexionar mucho, mis dos hijos estaban enfermos
con un virus que los mantenía en cama muy delicados, decidimos mi esposa y yo
llevarlos al médico ya que el tratamiento inicial que les habíamos proporcionado
no resulto. Veía a mis hijos muy débiles, había orado por su restauración y parecía
que mis oraciones no habían llegado al cielo, sin embargo tengo que admitir que
Dios da grandes y gratas sorpresas.
Ya
en el consultorio con la Pediatra, le pregunte porque al tener yo o mi esposa
una afección ellos también se enfermaban, su respuesta me sorprendió, y
mientras la doctora con sus sabias palabras me lo explicaba contenía mis
lagrimas pensando todo lo que me decía: “Recuerda Orlando que la familia es
como un sistema, si alguno de ustedes están mal, ellos también lo están, es más
para que lo entiendas, cuando tú estás enfermo su sistema inmunológico responde
poco ya su héroe está enfermo”. Estas palabras de la Pediatra de mis hijos
seguro estoy que venían de arriba, Dios le había dado esa inspiración ya que es
una mujer de Dios para nosotros como padres.
Para
nuestros hijos los padres somos sus héroes, muchas veces esos héroes se
convierten en villanos por la poca atención que le damos, muchas veces se les
maltrata tanto física como verbalmente sin ningún motivo, no los corregimos
cuando debemos hacerlo sin saber el daño que se les está haciendo. Ese héroe también
se convierte en villano cuando la justicia y la obediencia no forma parte de
nuestras vidas, más adelante no sabremos en que se convertirán.
Como
dije, Dios da grandes y gratas sorpresas, y este momento me hizo pensar mucho
en la educación que le damos a nuestros hijos, es por ello que Dios debe ser
nuestro pilar fundamental y su Palabra el pan de cada día para que podamos reflejar
ese héroe que vive para Dios, me encanta
una canción de Danny Berrios que se titula:”Yo quiero ser como tú”….entre
bellas líneas dice: “Que tu imagen sea lo que el vea en mi… Yo quiero ser como
tu porque él quiere ser como yo…….
Disfruten
de esta bella canción, pero sobre disfruten de sus hijos, son el tesoro de Dios
para los padres.
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