Los
conflictos en una pareja traen muy malos resultados para todos los
involucrados. El conflicto cuando se presenta debe ser esporádico, no debe
mantenerse en el tiempo y deben arreglarse lo más pronto posible. Es necesario hacer las paces a toda costa, siempre el
divorcio será la última opción luego de haberse agotado todas las vías. Un estudio llevado por Burns y Dunlop en el
año 2002 determinó que “de cada ocho de diez niños que observaban con
frecuencia los conflictos entre sus padres, sufrían de ansiedad y tenían una
imagen negativa de sí mismos. Estos problemas se reducían en un 44 por ciento
cuando disminuían los conflictos entre los padres”.
Lo
cierto del caso, es que si queremos que nuestros hijos sean hombres y mujeres
de bien debemos darle amor, ellos son el tesoro que Dios nos dio, inculquémosle
principios bíblicos que los ayudarán a crecer sanos y con una moral bien
disciplinada.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios