La
presencia de Dios en Israel se manifiesta de diversas maneras. El arca es uno
de sus signos visibles con doble título: -en un escrito de 125 x 75x 75 cm.
están contenidas las diez palabras escritas por el dedo de Dios sobre la piedra
(Dt 10,1-5)-este escrito, recubierto de una chapa de oro, el
"propiciatorio", lleva en su parte superior unos querubines, es el
trono o el escabel de Yahveh (Sal 132,7; I Par 28,2). Asi Yahveh "sentado
sobre los querubines" (ISa 4,4; Sal 80,2) guarda bajo sus pies su palabra.
El
arca, albergada bajo la tienda, es como el santuario móvil que acompaña a
Israel desde los orígenes, a la partida del Sinaí, hasta la construcción del templo,
en que será fijada. Desde ahora el templo pasa al primer plano y el arca pierde
importancia, de modo que ya no se habla de ella en los textos; sin duda
desaparece al mismo tiempo que él con ocasión de la cautividad. Parece ser que
en el segundo templo el propiciatorio fue en el culto el sustituto del arca.
Por
el arca manifiesta el Dios de la alianza que está presente en medio de su
pueblo (I) por su acción, para guiarle y protegerle (II), para hacer conocer su
palabra y escuchar la oración.
El
arca concreta la presencia operante de Dios durante el Éxodo y la conquista de
la tierra prometida. La más antigua notación (Núm 10,33) muestra a Yahveh en
persona guiando así las marchas de su pueblo en el desierto; el desplazamiento
del arca va acompañado de un cántico guerrero (Núm 10,35; ISa 4.5): el arca es el
emblema de la *guerra santa, que atestigua la parte que el mismo Yahveh
"valiente guerrero" (Ex 15, 3), toma en la realización de la promesa:
paso del Jordán, toma de Jericó, lucha contra los filisteos. En el santuario de Silo aparece en relación
con el arca la expresión Yahveh Sabaoth (I Sa 1,3; 4.4: 2Sa 6.2). De esta
historia guerrera conserva el arca un carácter sagrado, a la vez temible y
bienhechor. Se la identifica con Dios, dándole su *nombre (Núm 10.35; I Sa
4,7).
Es
la "gloria de Israel" (ISa 4,22), la presencia del Dios santo en
medio de su pueblo; exigencia de *santidad en quien quiere acercarse a ella
(ISa 6,19s; 2Sa 6.1-11; el ritual sacerdotal), manifiesta la libertad de Dios,
que no se deja atar por el pueblo.,aun cuando continúa obrando en su favor (I Sa
4-6).
La
historia del arca llega a la vez a su coronamiento y a su término cuando David
la hace entrar solemnemente en Jerusalén en medio del júbilo popular (2Sa
6,12-19: cf. Sal 24.7-10). donde halla su lugar de reposo (Sal 132) hasta que
finalmente Salomón la instala en el templo (I Re 8). Hasta entonces el arca
móvil estaba en cierto modo a la disposición de las tribus: después de la
profecia de Natán, la *alianza pasa por la familia de David. que ha realizado
la unidad del pueblo: Jerusalén y el templo van a heredar de los caracteres
propios del arca.
Desde
los orígenes es también el arca el lugar de la *palabra de Dios. Primero,
porque contiene las dos tablas de la *ley, perpetúa en Israel el
"testimonio" que da Dios de si mismo, la revelación que hace de su
voluntad (Éx 31,18) y la respuesta que Israel dio a esta palabra (Dt 31,
26-27). Arca de alianza, arca del testimonio: estas expresiones designan al
arca en relación con las cláusulas de la *alianza grabadas para las dos partes
en las tablas.
Luego,
en tiempos de *Moisés, durante las marchas del desierto, continúa Yahveh
revelándose desde el arca; cuando Moisés quiere consultar a Yahveh, obtener de
él una respuesta para el pueblo (Éx 25,22) o, viceversa, orar en favor del
pueblo (Núm 14), entra en la tienda, y encima del arca le habla Yahveh y
"conversa con él como con su amigo" (Ex 33,7-11; Núm 12,4-8).
En
fin, después de Moisés, "delante" del arca va el fiel a encontrarse
con Dios, sea para escuchar su palabra como Samuel (I Sa 3), sea para orarle
como Ana (I Sa 1,9) o como David (2Sa 7,18). Una especie de
"devoción" al arca, que pasará también al templo (oraciones de
Salomón I Re 8,30, de Ezequías 2Re 19,14).
Jeremías, después del 587, invita a no lamentar la
desaparición del arca, pues la nueva *Jerusalén, venida a ser el centro de las
*naciones, será también el trono de Yahveh (Jer 3,16-17) y en la nueva alianza
la ley será inscrita en los corazones (31,31-34). Ezequiel utiliza la
imaginería del arca, sede móvil de Yahveh, para mostrar que la
"*gloria" abandona el templo contaminado para trasladarse a los
deportados en la cautividad: en adelante estará Dios presente en el *resto, la
comunidad santa (Ez 9-11). El judaísmo ha esperado, a lo que parece, una
reaparición del arca al final de los tiempos (2Mac 2,4-8), lo cual tiene lugar
en el Apocalipsis (Ap 11,19). El NT muestra, en efecto, que el arca ha hallado
su *cumplimiento o realización en Cristo. Palabra de Dios que habita entre los
hombres (Jn 1,14; Col 2,9), que opera para su salud (I Tes 2,13), se hace su
guía (Jn 8,12) y viene a ser el verdadero propiciatorio (Rm 3,25; cf. I Jn 2.2;
4.10).
Ahora bien, luego de leer lo que significaba el arca
de la Alianza podemos comprender claramente que la importancia de la misma era
por lo que contenía, es cierto que era la presencia de Dios, su contenido era los
Diez Mandamientos, es decir las palabras pronunciadas por Dios. Jesús nos
redujo esos Diez Mandamientos en tan solo dos; amar a Dios y amar al prójimo.
Para ello nos enseña a través de la Biblia como hacerlo, y es simple, leyendo y
escrutándola nos daremos cuenta de los grandes tesoros que habitan en ella.
El pasaje de
1Cro13,13-14 nos relata el momento como el Arca de la Alianza fue
trasladada a la casa ( בֵּ֥ית bayit) de Obededón, allí estuvo por tres meses, “y
el Señor bendijo a la familia y todas sus cosas”. Que lección más importante,
la Palabra de Dios estaba en la casa de Obededón, el Señor también quiere estar
en nuestra casa, que tristeza da entrar en algunas casas y ver en la entrada la
Biblia bien grande y abierta, lo triste es el polvo que tiene y que no la leen,
es por ello que Dios no bendice nuestras familias, si pusiéramos en práctica su
Palabra las cosas marcharían bien porque Dios sabe que necesitamos de él.
Muchos
investigadores han dado la vuelta al mundo buscando el Arca, han surgido miles
de especulaciones, pero lo paradójico es que la buscan por todos lados por lo
que contiene y no se dan cuenta que la podemos tener en casa.
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