Muchas
veces consideramos que solamente en la Iglesia Católica suceden los milagros y
que Dios es exclusivo para nosotros. Siempre me han hecho la misma pregunta y
hasta escucho como critican otras religiones porque para ellos Dios no se mueve
allí. Sin embargo los caminos de Dios son amplios y Él se posa donde quiere.
En
el libro de Nm 11,26-35 leemos como dos hombres Eldad y Medad que no habían ido
con Moisés dentro de los setenta dirigentes a la tienda del encuentro, y a los
cuales el Espíritu de Dios se iba a derramar sobre ellos, sin embargo sobre
ellos también se “reposo” (וַתָּנַח vatanach) y se pusieron a “profetizar” (וַיִּתְנַבְּאוְּ
vayitnabeu). Sin embargo Josué que era el ayudante de Moisés corrió a
contárselo para que se lo prohibieran ya que consideraba que era la competencia
de Moisés. Moisés, con buen sentido, declara que esto no compromete su
autoridad, y dice que bien quisiera que el espíritu de Yahvé fuera sobre todo
el pueblo y que todos se entregaran a manifestaciones proféticas.
En
Mc 9,38-40 Juan se le acerca a Jesús y le dice que ellos han visto a una
persona que “expulsaba” (ἐκβάλλοντα gr. ekbállonta de ekbállo que significa
echar, expulsar) “demonios” (δαιμόνια gr. daimónia) en su nombre, los
discipulos han tratado de impedírselo porque no pertenecían al grupo, sin
embargo Jesús les contesta: “No se lo impidan, pues no hay nadie que obre un
milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí”.
Estos
dos pasajes nos indica que Dios se mueve donde quiere, y que derrame su Espíritu
no según la denominación de la Iglesia, sino según su complacencia. Si el Espíritu
de Dios fuera exclusivo de nosotros los católicos, entonces seriamos la religión
más perfecta, no habría pecado, los milagros estarían a la vista de todos.
Hay
tres cosas que tenemos que tomar en consideración para no ser tan radicales al
pensar en la exclusividad de Dios:
1.
Dios se mueve según su complacencia, no es exclusivista, el mismo Jesús
conversó con todos.
2.
Los milagros suceden todos los días, el poder ver, caminar, las estrellas, sol,
luna, la naturaleza, nos habla que Dios sigue trabajando para todos, no para
unos y otros no.
3.
Por supuesto que en otras denominaciones puede estar el Espíritu de Dios,
siempre y cuando se le abra la puerta del corazón y se le pida con gran fe.
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