Alumnos de 5° básico de la Escuela Kawakami se organizan, toman decisiones y reproducen en su sala el reparto de escasos alimentos.
En la cultura japonesa, las fronteras para aprender sobre supervivencia están en todo el mundo. Por eso, les interesan situaciones límite, como la tragedia que sepultó por 70 días a 33 mineros a 700 metros de profundidad en la mina San José de Atacama y el rescate que los sacó de vuelta a la vida.
A unos 17 mil kilómetros de Chile, el
profesor Tetsuji Inokuchi, de la escuela Kawakami (en Kumamoto, Japón), siguió
atento esta noticia de impacto mundial. Y descubrió una gran oportunidad para
diseñar un proyecto de aula con el fin de reforzar valores y normas en la clase
de educación cívica, que él dicta hace unos cinco años a niños de 10 y 11 años,
de quinto básico.
“Nunca los alumnos habían tenido la
experiencia de conocer un ejemplo tan dramático como el de los 33 mineros, en
que las reglas pueden llegar a salvar la vida del ser humano. Cuando me enteré
que estos 33 mineros sobrevivieron o se salvaron con muy poco alimento, se me
ocurrió la idea de hacer pensar a los niños del colegio sobre ‘la vida y las
reglas’ en base a las normas para repartirse los alimentos de este caso en
particular”, relata Inokuchi.
La idea es abrir un espacio en la sala
para pensar sobre “la importancia de la vida”, dice, porque “estos 33 mineros
sobrevivieron sin perder la esperanza y la confianza, a pesar de la situación
desesperanzadora, y lo hicieron distribuyendo alimentos y agua y animándose
entre ellos”. Además, les enseña el valor del liderazgo, del trabajo en equipo,
de la fraternidad entre sus familias y del esfuerzo del gobierno y de la
comunidad internacional en este rescate.
La forma en que se toman las
decisiones, destaca Inokuchi, “en un sistema democrático, escuchando las
opiniones de cada uno y buscando soluciones en consenso”. Así, deciden la
distribución de los alimentos en la sala, pero desde una óptica nipona: “Se
podría pensar en distribuir la misma cantidad para cada uno, bajo un concepto
de igualdad, pero aquí se aplicó un concepto de mayor equidad, cambiando la
cantidad dependiendo de las necesidades de cada persona, caso a caso; quise
hacer pensar a los niños de esa manera, yo quería que ellos aprendieran el
concepto de la justicia y de la equidad”, explica el profesor.
Las lecciones de supervivencia
adquieren gran importancia en la formación nipona.”En Japón el año pasado
ocurrió un gran terremoto y maremoto, y a través de esta clase quería que los
niños se plantearan cómo deberían pensar y comportarse ante una situación
catastrófica, con imparcialidad y equidad, y cómo poder vivir con esperanza”.
La voz de los niños
Tras esta experiencia, los menores
escriben sus reflexiones. La alumna Mika Kimura dice que “a través de esta
clase yo he aprendido la importancia de la vida y del liderazgo”. Su compañero
Kou Sakai destaca que “los 33 mineros pudieron salir y salvarse; yo respeto
mucho ese esfuerzo y el espíritu de colaboración de todos ellos. Aprendí la
importancia que tiene la colaboración con los demás, en una situación tan
difícil”.
Fuente: El Mercurio. Nieves Aravena
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