LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS

lunes, 13 de enero de 2014

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Descripción y fuente  de la Parábola Mt 25,14-30; Lc 19,11-27)
Desde la edad patrística  se discutía si la parábola de los talentos era una sola o se trataba de dos parábolas diferentes.  Hoy es comúnmente aceptado que se trata de una sola parábola vista su estructura fundamental.
El núcleo de la parábola, tal como se encuentra en la recensión de Lucas, estaba ya en «Q» en una forma muy semejante a la que actualmente posee en el evangelio según Mateo, aunque con algunas diferencias. Es más probable que la versión original de «Q» hablara de «diez empleados» (que Mateo habría reducido a «tres») que no que Lucas haya introducido diez, para olvidarse de ellos casi de inmediato. Mateo habría reducido el número de empleados para acomodar su recensión al estereotipo de parábola con tres actores. Igualmente, habría cambiado el término “mna” («onza»), que sólo aparece en el evangelio según Lucas en todo el Nuevo Testamento, por el de talanta (que Mateo emplea también en 18,24, pero que Lucas no utiliza jamás). De ese modo, Mateo obtiene una cantidad más plausible de dinero, con la que deben negociar los empleados del señor. Por otro lado, la reducción de una cantidad más grande a otra más pequeña, como sucede en la recensión de Lucas, se ve también en otras parábolas, como la del gran banquete (Lc 14,17-20, donde sólo tres de «los invitados» rechazan la invitación) y la del administrador infiel (Lc 16,5-7, donde sólo dos de «los deudores» modifican sus recibos).

Contexto de Lucas
En el contexto del evangelio según Lucas, la parábola adquiere un nuevo matiz por el correctivo que aplica a las expectativas populares sobre la inminente aparición del Reino de Dios. Al discípulo cristiano se le recuerda que se le han confiado «los secretos del Reino» como don libre y generoso del que podrá esperar una recompensa, aunque eso depende de la responsabilidad con la que haya hecho fructificar los dones que Dios le ha concedido. De ese modo, si es verdad que la parábola subraya la noción de recompensa por el comportamiento personal, también insiste en la gratuidad del proceso que implica esa actitud. Es evidente que el discípulo podrá responder a esa gratuidad con obediencia y sumisión, como los dos primeros empleados, o con desobediencia y obstinación personal, como el tercero.
Contexto en Mateo
Esta parábola coincide en parte con la del criado fiel y sensato (24,45-51). Allí como aquí confía el señor a sus criados determinados encargos para el tiempo de su ausencia. Lo que importa es que cumplan fielmente la voluntad de su señor. Pero aquí se añade algo nuevo. No sólo se deben llevar a cabo terminantes encargos, sino que los criados deben trabajar con independencia de acuerdo con el deseo de su señor. Las grandes sumas de dinero no son repartidas para ser conservadas, para preservarlas del robo o de otros daños, sino para que sean empleadas con el fin de obtener una ganancia. En esto la parábola de los talentos sobrepasa la del criado fiel. No basta llevar a término un encargo de trazos muy concretos, sino que es preciso estar deseoso de aumentar los bienes con la iniciativa y el riesgo personal.
Diferencias y semejanzas  entre Mateo (25,14-30) y Lucas (19,11-27)
1. En Mt la parábola que la antecede es la de “las diez vírgenes” (Mt 25,1-13), mientras que en Lc en encuentro con Zaqueo la antecede (Lc 19,1-10).
2. En Mt no especifica donde esta Jesús, mientras que en Lc dice que “Estaba él cerca de Jerusalén” (19,11).
3. En Lc la parábola se introduce con la fuerte convicción que la gente creía que “el Reino de Dios aparecería de un momento a otro”, en Mt no aparece.
4. En Lc el hombre e la parábola es “noble” y se marcha a un país lejano (12,12), en Mt  el titulo de noble no aparece y no dice nada de la lejanía del lugar hacia donde se marcha el hombre.
5. En Mt el hombre les encarga la hacienda a tres hombres y les da diferentes talentos (25,15), mientras que en Lc le encomienda la hacienda a “diez siervos” y les dio “minas” (19,13).
6. En Mt a cada siervo que administro los talentos y le produjo dividendos le dijo “ya que has sido fiel en lo poco, voy a ponerte al frente de mucho. Entra en el gozo de tu señor” (25,20-23), en Lc se alaba por la capacidad de producir resultados igual que en Mateo pero le entrega “ciudades” (19,15-19).
7. En Mt el siervo esconde el talento debajo de la tierra por miedo (25,24-25), en Lc el hombre tiene guardada la mina por miedo ya que su amo es un hombre “duro y severo” (19,20-23).
8. En Mt el talento se lo quita al hombre que lo enteró debajo de la tierra y se lo dio al que tenía diez talentos (25,26-29), en Lc le quitan la mina al hombre que la guardó y se la dieron al que tenía diez minas (19,24-25).
9. Tanto en Mt como en Lc se afirma que  “todo el que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene” (Mt 25,29; Lc 19, 26).

10. En Mt al siervo inútil lo echan a las tinieblas donde se escuchará el rechinar de dientes (25,30), en Lc,  los enemigos del hombre que iba a recibir investidura real no querían que él reinara,  se los trajeron y los mataron (19,27).
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