Herencia: gr. “kleros” lote que toca
y “nemo” repartir. En la Biblia,
la herencia designa la posesión inalienable de un bien obtenido por título
distinto del derivado del propio trabajo, por donación, conquista, sucesión o
reparto.
La herencia espiritualizada a lo largo
del AT, no es ya la tierra de Canaán, sino la bendición divina (1 P 3,9), la
ciudad celeste (Hb 11, 8-10), la verdadera tierra prometida (Sal 37, 9), el
Reino de Dios que es la vida eterna concedida en esperanza (Tt 3, 7); en
definitiva, Dios mismo. Esto es lo que se promete en primer lugar a los pobres
y a todos los hijos adoptivos que son los fieles (1 Co 6, 9 ss).
Riqueza: La riqueza en el sentido de posesión,
es designada con estos términos: “jrema” aquello de lo que uno dispone
(Mc 10, 23 ss; Lc 18, 24; Hch 4, 37), “ktemata” lo que uno ha adquirido(Mt
10, 19; Lc 18, 12; Hch 4, 34; 1 Ts 4, 4),
y en sentido peyorativo “mamonas “aquello sobre lo que uno se apoya”(Mt 6, 24; Pr 18, 10 ss).
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios