En este mes de la Biblia nuestro Blog
lo dedicara a temas bíblicos, al estudio de la Palabra de Dios.
El tema que quiero presentarles es que
cada persona está hecha para tener la mente de Cristo. Muchos hermanos que he
escuchado, han dicho que ellos no están capacitados para seguir a Cristo. Cosa
verdaderamente absurda. El libro de 1 Corintios 2,16 lo dice bien claro “pero
nosotros tenemos la mente de Cristo”, Pablo le habla a los ciudadanos de Corinto
(Κόρινθος) y le dice que el
Espíritu es el que nos enseña la sabiduría.
La
palabra mente viene del griego (νοῦς) "nous" que denota, hablando en general, el
asiento de la consciencia reflexiva,
comprendiendo las facultades de la percepción y comprensión, y las de
sentimiento, juicio y determinación.
En el Nuevo Testamento lo conseguimos en Lc 24,45; Ro 1,28;7,23,25;11,34;12,2;14,5;1Co
1,10; 2,16; 14,14,15,19; Ef 4,17,23; Flp 4,7; Col 2,18; 2Ts 2,2; 1Ti 6,5; 2Ti 3,8; Tit 1,15; Ap
13,18; 17,9. También significa entendimiento, inteligencia, opinión y
discernimiento. En el Antiguo Testamento la palabra entendimiento (bîn) que
viene del verbo entender significa el actuar sabiamente, considerar, prestar atención,
tomar en cuenta, discernir, percibir. Es un verbo que aparece 126 veces en el
hebreo bíblico y se encuentra en todos sus períodos. Por su parte el “entendimiento”
(bînah) aparece 37 veces y representa el
acto de entender (Dt 4,6; 32,29; Jb20,30; 1 Cr 22,12).
Pablo
nos ha querido decir que cada ser humano
puede poseer la mente de Cristo ya que
el que nos enseña es el Espíritu santo, por eso puedo afirmar lo siguiente:
·
Tener la mente de Cristo significa ser enseñado
y guiado por el Espíritu Santo.
·
Tener la mente de Cristo es tener sus mismos
sentimientos.
·
Tener la mente de Cristo significa entender el
tiempo de Dios (Kairos).
·
Tener la mente de Cristo significa percibir y
discernir la Palabra de Dios.
·
Tener la mente de Cristo significa una persona
que entienda y ame al hermano.
·
Tener la mente de Cristo significa que nuestros
pasos son dados sabiamente.
· Tener la mente de Cristo es reconocer que el
señor ha actuado en todos los momentos de nuestra vida, siempre queriendo el
bien.
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