SIGNIFICADO Y USO:
La palabra “hermano” se traduce en el Segundo Testamento como “adelphós” que
significa nacido de la misma madre, en el principio se utiliza para designar al
hermano carnal. Por su parte “hermana” se traduce “adelphé”. En la literatura
griega, adelphós es utilizado para designar
a los hermanos carnales, a los parientes más cercanos y en sentido
figurado al compañero, socio, al amigo y al prójimo.
En
el Segundo Testamento el equivalente de
adelphós es “'ah”. “El equivalente del término paralelo plesíon, prójimo, es “rea'”
También aquí adelphós designa en primer lugar al hermano carnal, y adelphe, a
la hermana (Gn 4, 8 ss; 12, 13; 44,20 ) Gn 29, 12 ss nos muestra que esta
denominación puede aplicarse también a otros allegados. Pero el vocablo se
emplea también entre aquellos que pertenecen al pueblo de Israel. El hecho de
que la pertenencia al pueblo sea valorado de la misma manera que el parentesco
de sangre se explica porque los hijos de Jacob son a la vez los patriarcas de
las tribus. Los cuadros genealógicos veterotestamentarios aluden a menudo al
parentesco en relación con la tribu, si bien los términos se aplican
generalmente al parentesco de sangre. Así, en Ex 2, 11 los miembros del pueblo
son llamados hermanos (cf . Gn 16, 12; Dt 2,4). En Gn 19, 7 Lot llama hermanos
a los sodomitas. En Oseas, los términos «hijo» y «hermano» (que expresan una
relación de parentesco) se emplean para designar la relación de Dios con su
pueblo (Os 2, 1-3). Aquí puede observarse el tránsito del parentesco carnal a
la fraternidad espiritual. En la esfera puramente religiosa el parentesco
carnal pasa totalmente a segundo término (en Dt 15, 1 ss se exige el amor al
«hermano necesitado». Hermano y prójimo son sinónimos. En Sal 22, 23, por el
parallelismus membrorum, «los hermanos» son sinónimo de la comunidad de
Israel). También el mandamiento del amor utiliza los términos hermano y
prójimo, y así sólo cambia la terminología, no el sentido (cf . Lv 19, 17 s).
En el AT la diferencia entre plesíon y adelphós radica en que adelphós abarca
también el parentesco carnal. En la esfera religiosa apenas hay diferencia
entre ambos términos. Pero plesíon no tiene tanta fuerza; a veces puede
significar simplemente «el otro» (1 Sam 15, 28; 28, 17)”1.
PASAJE BÍBLICO
Ahora que he descrito el significado y uso en el Primer y Segundo Testamento,
voy a explicar el pasaje a estudiar de Lc 8,19-21 con sus paralelos en el mismo
evangelio.
“19 Su madre y sus
hermanos querían verlo, pero no podían llegar hasta él por el gentío que había.
20 Alguien dio a Jesús este recado: «Tu madre y
tus hermanos están fuera y quieren verte.» 21 Jesús respondió: «Mi madre y mis hermanos son
los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.
Lucas en este pasaje afirma que quienes buscaban a Jesús eran “su
madre y sus hermanos” omite que también
lo buscaban “sus hermanas” (Mc 3,31-35), en Mt 12,46-50 no se habla de ellas.
Según Fitzmeyer “en vista de las observaciones precedentes,
resulta difícil determinar en qué sentido interpreta Lucas el término “adelphoi”
en nuestro pasaje (Lc 8,19), tomado de Mc 3,31. De hecho, podría significar
tanto «pa-
riente» como «hermano carnal». Conviene recordar a este propósito que
cuando Lucas habla en su Evangelio de la virginidad de María se refiere
únicamente a su estado anterior a la concepción de Jesús (cf. Lc 1,27.34).
Igual que admite el uso de la expresión: «hijo de José», con referencia a
Jesús, en Lc 4,22, no debería sorprender que en este pasaje se refiriese
concretamente a los «hermanos» de Jesús. Es incluso posible que Lucas hubiera
tenido conocimiento de que a Santiago se le llamaba «el hermano ( = pariente)
del Señor», como nos consta por otros pasajes distintos de la tradición
evangélica (cf., por ejemplo, Gal 1,19). San Jerónimo llegó a
pensar que adelphos podría significar «primo»; pero, casi con toda
seguridad, hay que excluir este significado, ya que el Nuevo Testamento posee
una palabra específica para indicar ese grado de parentesco: anepsios (Col
4,10)”2.
HERMANO EN SENTIDO
LITERAL: En el evangelio de Lucas existen varios
pasajes en el que se refiere a “hermano” como pertenecientes a la misma
sangre.
ü “Era el año quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio
Pilato era gobernador de Judea, Herodes gobernaba en Galilea, su hermano Filipo en Iturea y
Traconítide, y Lisanias en Abilene” (Lc 3,1).
ü “Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón,
apodado Zelote, Judas, hermano de
Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor” (Lc 6,14-16)
ü “Uno de entre la gente pidió a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de
la herencia” (Lc 12,13)
ü “Jesús dijo también al que lo había invitado: «Cuando des un
almuerzo o una comida, no invites a tus amigos, hermanos, parientes o vecinos ricos, porque ellos a su vez
te invitarán a ti y así quedarás compensado”. (Lc 14,12). Lucas aquí utiliza la palabra “parientes” derivado de “sungenés” muy
diferente de hermanos.
ü “El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercaba a
la casa, oyó la orquesta y el baile. Llamó a uno de los muchachos y le preguntó
qué significaba todo aquello. Él le respondió: «Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el
ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo” (Lc 15,25-27).
ü El otro replicó: «Entonces te ruego, padre Abraham, que envíes a Lázaro
a la casa de mi padre, a mis cinco hermanos: que vaya a
darles su testimonio para que no vengan también ellos a parar a este lugar de
tormento” (Lc 16,27-28).
ü “Jesús respondió: «Yo les aseguro que ninguno dejará casa, esposa,
hermanos, padre, o hijos a
causa del Reino de Dios sin que reciba mucho más en el tiempo presente y, en el
mundo venidero, la vida eterna” (Lc 18,29-30).
ü “Tengan bien presente que no deberán preocuparse entonces por su
defensa. Pues yo mismo les daré palabras y sabiduría, y ninguno de sus
opositores podrá resistir ni contradecirles. Ustedes serán entregados por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y
algunos de ustedes serán ajusticiados” (Lc 21,14-17).
HERMANO COMO MIEMBRO DEL MISMO PUEBLO, DE LA MISMA COMUNIDAD: En el evangelio de Lucas aparece la palabra “hermano” en 6,41.42; 8,21; 17,3; 22,32 muy diferente a la relación de sangre que he
explicado con anterioridad. En el segundo Testamento este mismo uso acerca del
significado como un mismo pueblo, comunidad, amigos etc lo encontramos en
innumerables pasajes. Veamos el siguiente cuadro.
Pasajes Bíblicos con
relación a la palabra “hermano” significando una misma comunidad, pueblo etc.
No denota relación de sangre.
LIBRO
|
CITA
BIBLICA
|
Mt
|
5,22.23.24.47; 7,3.4.5; 12,48.49.50; 18.15.21.35; 23,8; 25,40; 28,10
|
Mc
|
3,33.34.35; 10,30
|
Jn
|
20,17; 21,23
|
Hch
|
1,15.16; 2,29.37; 3,17.22; 6,3; 7,2.23.25.26.37; 9,17.30; 10,23;
11,1.12.29;12,17; 13,15.26.38; 14,2; 15,1.3.7.13.22.23.32.33.36.40; 16,2.40;
17,6.10.14; 18,18.27 21,7.17.20; 22,1.5.13; 23,1.5.6; 28,14.15.17.21;
|
Rom
|
1,13; 7,1,4; 8,12.29; 9,3; 10,1; 11,25; 12,1; 14,10.13.15.21;
15,14.30; 16,14.17.23
|
1Co
|
1,1.10.11.26; 2,1; 3,1; 4,6; 5,11; 6,5; 6,6; 6,8; 7,12.14.15.24.29;
8,11.12.13; 9,5;10,1; 11,33; 12,1; 14,6.20.26.39; 15,1.6.31.50.58; 16,11,
12,15.20
|
2Co
|
1,1,8; 2,13; 8,1.18,22.23; 9,3.5; 11,9; 12,18; 13,11
|
Gál
|
1,2,11; 3,15; 4,12.28.31; 5,11.13; 6,1.18.21.23
|
Flp
|
1,12.14; 2,25; 3,1.13.17; 4,1,
8,21
|
Col
|
1,1,2; 4,7.9.15
|
1Ts
|
1,4; 2,1.9.14.17; 3,2.7; 4,1.6.10.13; 5,1.4.12.14.25.26.27
|
2Ts
|
1,3; 2,1.13.15; 3,1.6, 13,15
|
1Ti
|
4,6; 5,1; 6,2
|
2Ti
|
4,21
|
Fil
|
1,1.7.16.20
|
Hb
|
2,11.12.17; 3,1.12; 7,5; 8,11; 10,19; 13,22.23
|
St
|
1,2.9.16.19; 2,1.5.14.15; 3,1.10,12; 4,11; 5,7.9.10.12.19
|
1Pe
|
5,12
|
2Pe
|
1,10; 3,15
|
1Jn
|
2,9, 10,11; 3,10.13.14.15.16.17;
4,20.21; 5,16
|
3Jn
|
1,3.5.10
|
Ap
|
1,9; 6,11; 12,10; 19,10; 22,9
|
Conclusión: Como hemos podido
notar, el evangelista Lucas le da dos significados a la palabra “hermano”, uno
que tiene que ver con la relación de sangre, entendido en el sentido literal
como nacido de una misma madre o padre y que parece ser la más apropiada al texto, y otro que tiene relación con personas
sin relación de sangre pero que son de un mismo pueblo, comunidad, amigo,
prójimo etc.
En el
pasaje estudiado, el “hermano” es el que escucha y pone en práctica la palabra
de Dios, es madre y hermano de Jesús. No son los lazos de la sangre los que
proporcionan la comunión con Jesús, sino el oír y poner en práctica la palabra
de Dios.
Bibliografía
1. COENEN, Lothar, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, Tomo
2, Sígueme, Salamanca 1990, p 271
2. FITZMEYER, Joseph, El Evangelio Según San Lucas, Tomo
2, cap 3, Cristiandad, Madrid 1987, 1ra Edición, p 755.
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