Triste
es cuando otros te fallan. Cuando
esa gente en quien confiaste y creíste, (tus amigos) te desilusionan, e incluso
hablan mal de ti.
Desearías
poner en evidencia su error.
Sientes
odio, tristeza, dolor y desilusión al mismo tiempo. Y al final no sabes qué
sentir.
Aunque
esto te pase, sigue creyendo en la amistad sincera.
Sigue
dando lo mejor de ti a las personas y nunca pagues con la misma moneda.
Si
te han fallado, haz lo posible para no fallar.
Si
te han desilusionado, sé siempre recto para no cometer el mismo error.
Si
te han calumniado, ofrece a Dios esa situación. Que sea Él quien juzgue, pero
no envenenes tu corazón con el deseo de hacer tu justicia.
No
importa el error que otros hayan cometido, no te hagas insensible y frío ante
las personas que te necesiten.
Sigue
haciendo el bien, sigue creyendo, sigue ofreciendo lo mejor que tengas y ante
todo, deja el juicio en las manos de Dios.
La
vida es hermosa y tienes la oportunidad de seguir viviendo.
Sigue
adelante tu camino sin ver los tropiezos tuyos y menos los de los demás como
obstáculos.
Y
no cometas los mismos errores que otros hayan cometido contigo.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios