Hace 15 años, el 12 de julio de 1996,
los obispos de Venezuela tomaron la excelente decisión de convocar a un
Concilio Plenario, para celebrar el V Centenario de la Evangelización de
Venezuela (1998).
El 26 de noviembre del año 2000, en la
Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo,
fue inaugurado oficialmente con la participación de 240 miembros
conciliares; sacerdotes, religiosos, diáconos, laicos entre otros. Su
promulgación fue en el año 2006.
Ya han pasado casi 6 años del
lanzamiento oficial y todavía nuestra Iglesia no muestra señales de haber
iniciado la transformación de nuestro pueblo con el brillo del esplendor de la
verdad, la justicia y la paz y se experimente la fuerza del amor fraterno.
En muchas Iglesias se nota todavía la
falta de pastorales que ayuden a edificar al pueblo de Dios, el mensaje de la
Buena Nueva todavía se predica con mayor ahincó en la Iglesia, los documentos
del Concilio no quieren ser aplicados por sacerdotes y laicos, muchos afirman
que es puro papel.
Creo que es la hora de que salgamos a
esparcir la semilla a aquellos hermanos que aún desconocen el Evangelio.
Debemos dejar de ser cristianos domingueros,
es decir, el creer que por
asistir solamente los domingos hemos cumplido con el Señor, por supuesto que Jesús quiere que vallamos a
su encuentro, pero también quiere que vallamos al encuentro del hermano por eso
dijo “vayan por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad”
(Mt 28,19; Mc; 16,15).
De aplicarse en nuestro país lo
establecido en los dieciséis documentos del Concilio Plenario, seguramente
seremos transformados por el poder de Dios, pero ello implica una entrega y
colaboración por parte de todos, donde el único protagonista sea nuestro Señor
Jesús.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios