UN PAIS EN LOS QUE MUCHOS HAN PERDIDO LA MEMORIA

viernes, 8 de marzo de 2013

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En un pequeño escrito como este quiero hacer una comparación que no es ni cercana , para mi Benedicto XVI es un ejemplo a seguir, en cambio nuestro presidente Hugo Chávez, que en paz descanse, es lo contrario de lo que una persona en un estado de decadencia en algún poder debe hacer. Benedicto XVI reconoció que sus fuerzas se debilitaban y que se necesitaba a otra persona con más fuerza y vitalidad al frente del mando de la Iglesia. Particularmente considero el pontificado de Benedicto como excelente ante una ola de casos que dan vergüenza, pero que no son de este momento sino que tienen su raíz en años anteriores.


En el otro extremo encontramos al Presidente fallecido Hugo Chávez, hoy parece que muchos venezolanos no tienen memoria, un hombre que dividió al país en dos partes, para él un bando era patria y el otro bando, los que le adversaban eran una escoria. Un hombre que ofendió a la Iglesia Católica, que no hizo el menor esfuerzo por atacar el tema de la violencia, para él los miles de muertos que ocurrían cada mes era un invento de los medios. A veces me preguntaba si vivía en Venezuela. Agredió sin inclemencia a las mujeres, a los estudiantes y no tuvo ningún sentimiento de humanidad por una persona que defendiendo sus tierras como Franklin Brito, lo dejó morir en una huelga de hambre por recuperar sus pertenencias. Maldijo al pueblo de Israel tachándolo de terrorista. En fin si tuviera que contarles la gran cantidad de actos que este hombre realizó en sus 14 años de gobierno, no hubiera páginas donde escribir la crueldad contra el pueblo que lo adversaba y que también eran venezolanos.
Sumido en una enfermedad no quiso dejar el poder, se aferro a él. Hoy lo aclaman como un hombre de grandes sentimientos, de grandes logros sociales, que si los tiene y no lo niego, incluso yo diría que muchos lo consideraban un Mesías. Atrás quedó su obra y la historia más temprano que tarde se encargará de darle el verdadero valor a su obra.
Como cristiano estoy obligado a decir la verdad, para mí la mentira no tiene cabida en mi vida. 
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