No
soy de las personas que les gusta señalar a los demás, sin embargo considero que
llegó el momento de quitarle la careta a un grupo televisivo que se encarga de quitarles
dinero a personas de buena fe. Me refiero a la señal de ENLACE TV, es
deprimente y vergonzoso ver como allí tratan de engañar a las personas que
siguen o bien al canal o a los pastores que tienen programas.
Dentro
de su política está la de pedir dinero a toda costa, y lo peor del caso que lo
hacen en nombre de Dios, ellos dicen que Dios necesita que pactemos con Él, ese
pacto tiene que ser en dinero o en especies, yo principalmente para descifrar
su trampa llamé al canal para ver como procedían, me hice pasar por un cristiano
que no tenía dinero pero que quería que Dios hiciera un milagro en mi vida,
sorpresa la mía cuando la persona con la que hablaba por teléfono me decía que
Dios necesitaba una ofrenda monetaria para realizar el fulano pacto, yo insistía
en que no tenía dinero para darles y me decían que otros bienes poseía, realmente
quede paralizado por la comercialización en nombre de Dios que estos lobos
vestidos de pastores hacen, se han enriquecido a costillas de una manipulación del
Evangelio.
No
voy hacer una exégesis sobre lo que verdaderamente Dios quiere de nosotros, ni
tampoco voy a rebuscar pasajes en el Primer Testamento que hable sobre pactos y
diezmos, hay que leer el contexto en que se desarrolló el pasaje para poder
entenderlo. Caso típico por ejemplo los sacrificios, los cuales hoy día están
abolidos ya que Dios quiere perdón y misericordia de nosotros, muchos buscan
pasajes del Primer Testamento para hacer creer que están plenamente actuales,
tal es el caso del diezmo. En ninguna
carta de Pablo se habla del mismo, por el contrario Él habla de generosidad y
caridad, la 2da carta a los Corintios lo dice perfectamente refiriéndose a las Iglesias
de Macedonia: “Y ustedes que sobresalen
en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin
hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de
generosidad. No es una orden, sino que
sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad. Ya
conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que, siendo rico, se
hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos. Les hago notar
esto: les conviene que se muevan, pues hace ya un año que empezaron, e incluso
el proyecto procedió de ustedes. Concluyan, pues, esa obra; lo que se ha
decidido con entusiasmo debe ser llevado a cabo según las propias posibilidades.
Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se le
pide lo que no tiene. No se trata de que otros tengan comodidad y que a ustedes
les falte, sino de que haya igualdad. Ustedes darán de su abundancia lo que a ellos
les falta, y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a ustedes no les
falte. Así reinará la igualdad. Lo dice la Escritura: Al que tenía mucho no le
sobraba y al que tenía poco no le faltaba. Den gracias a Dios que inspira a
Tito el mismo interés por ustedes. Apenas recibió esta invitación, partió adonde
ustedes con todo agrado. Con él enviamos a ese hermano que se ganó el aprecio
de todas las Iglesias en la labor del Evangelio, y que es además el que han designado las
Iglesias para acompañarnos en esta obra bendita que organizamos para gloria del
Señor, y también por convicción personal. Así lo dispusimos, para que nadie
tenga sospechas respecto a estas sumas importantes que estamos manejando. Pues
procuramos que todo sea limpio, no sólo ante Dios, sino también ante los
hombres. Por eso enviamos con ellos a otro hermano, que nos dio en muchas
ocasiones numerosas pruebas de su celo y que ahora se siente más entusiasta por
la gran confianza que tiene en ustedes” (2 Co 8, 7-22)”.
Como
vemos Pablo habla de generosidad, igualdad y eliminación de la pobreza, cosa
que muchos pastores de esta cadena televisiva no tienen.
Concluyo
diciendo que Dios no necesita de nuestro dinero, las preguntas que habrían que
hacerse son: ¿En que lo va emplear? ¿No es el dueño del oro y la plata? ¿Quiere
Dios que “algunos” sean ricos por el hecho de predicar la Buena Nueva? ¿Dios
vende un milagro? Ya basta de mentiras, no se beneficien a costa de un Dios que
no conocen, nuestro Padre solo quiere que amemos al prójimo.
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