Siempre
me he caracterizado por respetar las otras religiones, incluso tengo grandes
amigos con los cuales converso muy frecuentemente, sin embargo hoy quiero
hablarles de una locura por no llamarla herejía de un pastor llamado Guillermo
Maldonado. Él afirma que el pecado de Adán y Eva fue haber robado el diezmo. Este
hombre inventa pasajes donde no los hay porque eso no lo dice en ninguna parte
de la Biblia si tomamos en cuenta los 3 primeros capítulos del Génesis. Su predicación
tiene un fin, y es la de llenar sus arcas, es decir su bolsillo, ya que lo que
pretende es que los incautos que lo siguen den su dinero a “Dios”, cuando ha sido muy criticado por su pomposidad y por
predicar siempre sobre la
“prosperidad” y las “bendiciones” materiales de Dios.
La Biblia es muy clara sobre estos mentirosos y
vividores, por eso el cristiano debe estar muy pendiente de los “falsos
pastores que se acercan disfrazados de ovejas y por dentro son lobos rapaces”
(Mt 7,15).
La segunda carta de Pedro es aun más clara y
concisa sobre la advertencia sobre estos lobos y al respecto dice: “Por eso
procuro hacer todo lo necesario para que, después de mi partida, recuerden
constantemente estas cosas. En
efecto, no hemos sacado de fábulas o de teorías inventadas lo que les hemos
enseñado sobre el poder y la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. Con
nuestros propios ojos hemos contemplado su majestad cuando recibió de Dios
Padre gloria y honor. En ese momento llegó sobre él una palabra muy
extraordinaria de la gloriosa Majestad: «Este es mi Hijo muy querido, el que me
agradó elegir.»Nosotros mismos escuchamos esa voz venida del cielo estando con
él en el cerro santo”. (2 P 3,15-18).
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