El
libro del Éxodo narra la estrecha relación que tuvo el pueblo de Israel con
Egipto, vivieron alli 430 años como esclavos (Ex 12,40).
Egipto
es una de las civilizaciones más antiguas, el ser humano habita el valle del
Nilo desde la edad de piedra, la historia escrita de Egipto y sus familias
reales data de antes del año 3000 a.C. Antes de la época de Abraham, poderosos
faraones habían conquistado las regiones al sur del Sudán.
Los
antiguos egipcios tenían muchos dioses que gobernaban los fenómenos naturales,
dioses de la verdad, la justicia, la sabiduría etc. El rey del mundo de
ultratumba (el mundo de los muertos) era Osiris, quien tenía las llaves de la
vida después de la muerte. El faraón era el intermediario entre los dioses y
las personas, en los templos los sacerdotes servían a los dioses como si se
tratase de reyes humanos, la gente común solo veía las imágenes de las grandes
divinidades en los días festivos, cuando las sacaban en procesión.
Precedentes del éxodo
Estando
en el poder la XII dinastía, la invasión de los hicsos (tribus asiáticas del
grupo semita) había interrumpido todas esas luchas. Los hicsos dominaron el
Egipto por unos cien años y fueron expulsados por Ahmés, que había iniciado la
XVIII dinastía faraónica. No todos los descendientes de los semitas asiáticos
se fueron de una sola vez. Muchos se habían mezclado del todo con los
egipcios; otros se mantuvieron en las fronteras de Egipto, y se marginaron,
más o menos, de la cultura egipcia. En el capítulo 47 de Génesis se nos cuenta
cómo un tal José, centralizó toda la vida(tierras, ganados, y habitantes) del
país bajo el poder económico y político del faraón. De hecho, esa centralización significó la
reducción a la esclavitud legal de toda la población de Egipto.
El
poder del faraón se hizo fuerte a costa de la desaparición del poder económico
y político de los nobles terratenientes. A finales de la XVIII dinastía,
Amenofis IV abolió enteramente el culto a todos los dioses tradicionales e
impuso el culto a un dios único, llamado Atón. Se trataba de un dios sin
imagen, dador de vida al universo entero, representado visiblemente sólo por el
sol. Un dios único universal en el momento en que el Egipto se convertía en un
imperio mundial.
Amenofis
fue un reformador duro que cerró todos los templos e hizo eliminar los nombres
de todos los dioses de todos los jeroglíficos, después de cambiar su propio
nombre al de Akhenatón (“resplandor de Atón”) y de crear una nueva capital.
Amenofis
había suprimido, de un solo golpe el culto a Amón, dios de la conservadora
nobleza terrateniente, y el culto a Osiris, dios de las masas campesinas.
Parece que Amenofis fue asesinado, su nueva capital destruida, y su sucesor y
yerno, obligado a cambiar de nombre con la vuelta de los sacerdotes de Amón al
poder;la capital volvió a Tebas.
Al
morir Amenofis hubo un desarreglo político enorme del que Egipto sólo salió con
RamsésII, que reinó más de sesenta años. Bajo Ramsés los hebreos sufrieron la
opresión insoportable de verse obligados a pasar de ser pastores seminómadas a
ser peones esclavizados de un faraón poderosísimo y constructor de ciudades.
La serpiente egipcia,
Cuando Moisés se presenta ante el faraón, convierte su vara en serpiente para
demostrar sus credenciales divinas. La serpiente en Egipto, era símbolo de
sabiduría que poseía el mismo rey en su corona. Ahora ésta desafía a su
capacidad de gobernar, por ello sus magos también convierten dos varas en
reptiles, emblema de los dos reinos, pero la serpiente de Moisés resulta más
poderosa que el Alto y el Bajo Egipto, devorando a las otras.
Otras
relaciones, El libro del Éxodo nos narra la relación de Israel con otros
pueblos, en Ex 13,5 donde Dios le promete a Israel el “país de los cananeos, hititas, amorreos,
heveos y jebuseos”. Seguramente Israel al llegar a la tierra prometida y tener
contacto con esos pobladores se dio con el tiempo una mezcolanza de creencias,
y en la que muchos exegetas afirman que casi pierde su identidad ya que muchos
se entregaron a dioses extranjeros y abandonaron al Dios único y verdadero. El conocido Biblista Ariel Álvarez tiene un
excelente artículo sobre la serpiente en el génesis, en donde habla sobre la
relación estrecha que mantuvo Israel con Canaán, por cuestiones de espacio no
mencionare los detalles.
Los
dioses en el Éxodo, La palabra “dioses” en el Éxodo se menciona 15 veces en 13 versículos
refiriéndose en primer lugar a los dioses de Egipto, pero también a Yahvéh como
único entre los dioses.
Éxo12,12 Yo pasaré esta noche por la tierra de Egipto
y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta
los ganados, y me tomaré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, Yahveh.
Éxo15,11 ¿Quién como tú, Yahveh, entre los dioses?
¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de
maravillas?
Éxo18,11 Ahora reconozco que Yahveh es más grande que
todos los dioses...»
Éxo20,3 No habrá para ti otros dioses delante de mí.
Éxo20,23 No haréis junto a mí dioses de plata, ni os
haréis dioses de oro.
Éxo22,19 El que ofrece sacrificios a otros dioses,
será entregado al anatema.
Éxo23,13 Guardad todo lo que os he dicho. No invocarás
el nombre de otros dioses, ni se oiga en vuestra boca.
Éxo23,24 No te mostrarás ante sus dioses, ni les darás
culto, ni imitarás su conducta; al contrario, los destruirás por completo y
romperás sus estelas.
Éxo23,32 No hagas pacto con ellos ni con sus dioses.
Éxo23,33 No habitarán en tu tierra, no sea que te hagan
pecar contra mí, pues dando culto a sus dioses caerías en un lazo.»
Éxo34,15 No hagas pacto con los moradores de aquella
tierra, no sea que cuando se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan
sacrificios, te inviten a ti y tú comas de sus sacrificios;
Éxo34,16 y no sea que tomes sus hijas para tus hijos,
y que al prostituirse sus hijas tras sus dioses, hagan también que tus hijos se
prostituyan tras los dioses de ellas.
En
el Éxodo se mencionan por su nombre a:
1.
Pitón (adaptación al hebreo del nombre egipcio “Per-Atum es decir cada del dios
Atum) Ex 1,11
2.
Aserá (Astarot) Ex 34,13
3.
Baal-Sefón Ex 14,2
4.
El becerro de oro Ex 31-32
Dios
es un Dios celoso y no le permitía al pueblo de Israel tener otras divinidades,
ya que todas eran falsas, él es un Dios “paciente y grande en amor y verdad,
por mil generaciones se mantiene fiel en su amor y perdona la maldad, la
rebeldía y el pecado, pero no deja sin castigo al culpable” (Ex 34,6-7).
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