El
texto de Lucas (9,18-24) se inicia luego que el Señor le da de comer a más de
cinco mil personas (9,10-17). En Mateo (16,13-24) se inicia luego de la
conversación de Jesús con los fariseos y saduceos, en Marcos (8,27-38) luego de
la curación del ciego de Betsaida (Mc 8,22-26). El relato contiene tres partes bien
clarificadas: 1. La confesión de Pedro (9,18-21), 2. Primer anuncio de la
Pasión y Resurrección (9,22) y 3. Las condiciones para seguir a Jesús (9,23-24).
El
elemento topográfico nos lo es trasmitido con algunas diferencias entre los
evangelistas. Para Mt, Jesús ya ha llegado a la región de Cesarea de Filipo,
para Mc se acerca hacia las aldeas de la misma región. Cesarea de Filipo es la
capital de la tetrarquía de Herodes Filipo (Hijo de Herodes el Grande) se
encontraba a unos 40km al norte de
Betsaida, cerca del rio Jordán. El nombre actual del sitio es Banya, recuerdo
del antiguo Panías, que se llamaba así
por una gruta dedicada al dios pan.
La
primera parte del texto nos relata la pregunta que Jesús le hace a los
apóstoles para ver la opinión que la gente tiene de Él. Realmente no es que
verdaderamente le interese la opinión de la gente, es sólo una manera de llegar
a la pregunta dirigida a ellos, para darles a entender que son ellos los que le
interesan en vista de su proyecto de salvación, por eso les pregunta: “¿Y
vosotros quién decís que soy?” . Para el pueblo, Jesús era un simple profeta,
frente a esas opiniones populares está la fe del grupo de los apóstoles,
expresada por Pedro en representación de todos:
ü Mt
16,16 “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente”.
ü Mc
8,29 “Tú eres el Mesías”.
ü Lc
9,20 “El Mesías de Dios”.
En
la segunda parte del texto (Lc 9,22) Jesús anuncia su Pasión, y en ella se
destacan cuatro cosas que le van a suceder en un futuro cercano: Va a sufrir
mucho, va a ser reprobado por el supremo tribunal de la nación (Mc y Lc), va a
morir y por último va a resucitar.
Por
último Jesús le dice a los apóstoles (9,23) de las condiciones necesarias para
seguirlo; en primer lugar que debe “negarse a sí mismo”, es decir el que
anuncia la Buena Nueva, no lo debe hacer en nombre propio, sino que debe ser el
mismo Jesús quien hable a través de la persona, por eso exige un vacio total
para llenarse de él. En segundo lugar que tome la “cruz de cada día”. Seguir a
Jesús no es fácil, exige entrega, disponibilidad, amor, servicio, renuncia y
desapego. No se es cristiano solamente de palabra, se necesita también acciones
que demuestren que mi Señor es aquel que murió en la cruz por mí.
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