Existían unas
costumbres bautismales precristianas donde los baños sagrados eran usuales no
sólo en los misterios helenísticos (en el culto a Attis y de Mitra era conocido
y normal el baño de sangre), sino también en Egipto, Babilonia e India, donde
el Nilo, el Éufrates y el Ganges, respectivamente favorecían la aparición de
tales ritos. La virtud o eficacia atribuida al baño sagrado era sobre todo la purificación de impurezas legales o rituales,
incidentalmente también el aumento de la fuerza vital y el don de la
inmortalidad. Por su parte La Tóra conocía el baño de agua como medio legal de
purificación para personas impuras (Lev 14,8; 15,16.18). En ocasiones, debían
también ser lavados los objetos (madera, paño de cuero, bolsa, cama, vestidos
etc) antes de ser usados nuevamente (Lev 11,32.40; 15,5.7). También en el AT se
conoce en algunas frases proféticas el simbolismo del baño de agua para
significar la interna purificación moral (Is 1,16; Ez 36,25; Zac 13,1; Sal
51,9).
El presente versículo
tiene sus semejanzas en (Mt 3,13; Lc 3,21). Cuando
Marcos dice “en aquellos días” quiere subrayar que el bautismo de Jesús está
enmarcado en el contexto del ministerio de Juan Bautista, casi para establecer
una vinculación entre el anuncio de los
profetas y la venida del Mesías, o más globalmente, entre el Antiguo Testamento
y el Nuevo Testamento. Jesús dice Marcos “se hizo bautizar” expresión que viene
de βαπτίζω “baptízo” que significa dejar abrumado, completamente mojado.
En el tiempo
que nos relata el evangelista, Jesús, era un nombre común, simplemente era el
hijo de María (Cf. 6,3). Marcos no habla de la genealogía de Jesús para
intentar probar que Él es de origen
importante y noble. Al contrario, su origen (Nazaret de Galilea) sugiere un
lugar desconocido, y al mismo tiempo, de fama no muy buena. Galilea
(gr.Galilalia) era llamada “Galilea de los gentiles” (Is 8,23; Mt 4,15ss.), en
recuerdo de las invasiones de asiria y caldea que habían acarreado una mezcla
de poblaciones, y como consecuencia la presencia de numerosos paganos. Los
galileos desde entonces, a los que se les reconocía por su acento (Mt 26,73),
eran menospreciados por los judíos (Jn 7,52).
Muchas
personas se siguen preguntando hoy día ¿Por qué, Jesús se hizo bautizar? Para
“cumplir toda la justicia” (Mt 3,15), que significa cumplir todo lo que Dios ha
dispuesto, aceptar su plan y su voluntad. Dios quería que Su Mesías fuese su
siervo por excelencia, que se sacrificase por todos en la humildad y en el ocultamiento
(Is 53). Jesús no tenía necesidad de purificación, pero debía cumplir la
voluntad (justicia) del Padre.
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